El sitio web Juventud Rebelde de Cuba publicó una fotografía que muestra la pequeña tortuga. |
LA HABANA.- Una pequeña tortuga de dos cabezas encontrada a orillas del contaminado río Almendares, en La Habana, goza de buena salud y parece reírse a dos bocas de los pronósticos científicos de corta vida, reportó este martes el diario Juventud Rebelde.
Se trata de una minúscula "jicotea" (Trachemys decussata) de poco más de una semana de nacida.
Los especialistas señalan que aunque este caso no es muy frecuente tampoco es el primero, y que por lo general estos individuos viven poco, aunque el ejemplar en cuestión se muestra muy vivaz.
Los biólogos, que tratan de prolongarle la vida, han recomendado que además de comida se le suministre vitaminas y baños de sol.
Científicos del Acuario Nacional, que examinaron al pequeño quelonio de dos cuellos y dos cabezas que come indistintamente con ambas, opinan que se trata de una malformación congénita quizás consecuencia de la contaminación del río, que atraviesa buena parte de la capital cubana.
El río Almendares está sometido desde hace algunos años a un programa de saneamiento, y aunque todavía presenta un cierto nivel de contaminación, ya han comenzado a reaparecer en sus aguas y márgenes animales y plantas que antes tenían en él su hábitat.
Además de que la tortuga es el símbolo universal de la lentitud, la superstición en Cuba atribuye a la jicotea poderes de "limpiar y recoger" lo malo, las enfermedades, los conjuros, por lo que mucha gente mantiene en sus casas a esos pequeños animales.
La jicotea es la única especie de tortuga de agua dulce que habita en Cuba, donde viven otras 136 especies de reptiles, el 80% de ellas endémicas.
El Acuario Nacional tiene en sus registros una caguama -tortuga marina de gran tamaño- con dos cabezas que apareció en La Coloma, Pinar del Río (extremo oeste) y murió al poco tiempo.
