CIUDAD DEL VATICANO.- La posibilidad de que los católicos divorciados nuevamente casados accedan al sacramento de la Eucaristía, actualmente prohibido por la Iglesia, fue tratada en el Sínodo de Obispos, que comenzó hoy sus sesiones en el Vaticano.
El cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia y relator del Sínodo, se mostró en contra de esa opción, mientras que el obispo de Haití, Pierre-Antonio Paulo, planteó que ésta se considere "en casos particulares".
"Si para nosotros es el sacramento más querido, sería necesario que otros pudieran gozar de él, la Eucaristía es un legado", señaló este último.
No obstante, está previsto que esta cuestión sea profundizada en las próximas sesiones del Sínodo, que este año trata el tema de "La Eucaristía, fuente y culminación de la vida y de la misión de la Iglesia".
Ordenación sacerdotal de monjes
En esta línea, los obispos también debatieron sobre la falta de sacerdotes, lo que impide llevar la Eucaristía a todas las comunidades que lo desean.
El prelado filipino Luis Tagle dijo que en su país (el único católico de Asia junto a Timor Oriental) la escasez de sacerdotes "es un problema constante", por lo que es habitual celebrar "asambleas sin sacerdote" en las que un laico da la comunión, previamente consagrada, "aunque la gente sabe que no es la Eucaristía plena".
Ante la escasez de curas, el patriarca de Venecia no descartó opciones como recuperar la ordenación sacerdotal de los monjes "tal como ocurre con los benedictinos", mientras el obispo Pierre-Antoine Paulo aseguró que la "penuria de sacerdotes" puede ser una invitación para "formar a laicos que puedan ser catequistas de la Palabra".
El Sínodo se prolongará hasta el 23 de octubre y su documento final deberá ser sometido a la aprobación de Benedicto XVI.
