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Siamesas indias unidas por la cabeza podrán ser separadas tras diez años

La difícil tarea, financiada por el príncipe de Abu Dhabi Mohammed bin Zayed Al Nahyan, se realizara en tres etapas, que se extenderán más allá de los 90 días.

04 de Octubre de 2005 | 11:00 | EFE
NUEVA DELHI.- Farah y Sabah, dos siamesas indias que han estado unidas por la cabeza desde que nacieron hace diez años, confían ahora en tener una vida normal, pues los médicos han afirmado que la cirugía es una opción viable.

Nacidas en el estado de Bihar, uno de los más pobres y atrasados de la India, Farah y Sabah Shakeel han pasado la primera década de su niñez sin la libertad de correr, jugar o dormir a su voluntad.

Las niñas aparecieron hoy en una rueda de prensa en Nueva Delhi sonrientes, ante una multitud de gente curiosa de saber cómo será su futuro.

Médicos del hospital Indraprastha Apollo, en la capital india, recibieron a las siamesas hace tres semanas, después de que el príncipe de Abu Dhabi Mohammed bin Zayed Al Nahyan decidió financiar la operación tras ver publicada una foto de las niñas en un diario.

Un equipo de 21 médicos expertos del Apollo colabora ahora con Benjamin Carson, jefe de neurocirugía pediátrica del prestigioso centro médico de John Hopkins, en Baltimore (EE.UU.), que se encuentra en la capital india.

Una vida normal

Ayer, tras haber realizado varias pruebas, los médicos se mostraron confiados de que la cirugía podrá permitir a las niñas la vida normal que les ha sido negada desde el principio.

"La cirugía es posible y el equipo conjunto del Apollo y del John Hopkin’s puede realizarla con éxito", afirmó hoy en rueda de prensa Anupam Sibal, uno de los médicos del Apollo.

Sibal explicó que la separación se tendría que efectuar en distintas fases y con cirugías múltiples.

La primera consistiría en la preparación de un modelo virtual tridimensional de los cerebros de las niñas, sobre el cual los médicos realizarían una cirugía de prueba.

Ese modelo deberá mostrar todas las imágenes recogidas hasta ahora a través de los escáneres, rayos-x, fotografías y angiografía, y permitirá a los médicos familiarizarse con los cuerpos de ambas niñas, para poder reducir al máximo los riesgos de una operación de este tipo.

Tres meses después, en la segunda fase, dominada "oclusión", se cerrarían algunos vasos en el cerebro, ya que el suministro de la sangre es común para las dos.

La tercera y última fase de esta operación se llevaría a cabo dos semanas más tarde, cuando se intentarían separar con una incisión física los tejidos de los huesos y la parte interior de los cerebros.

Una vez que este paso haya sido realizado con éxito, un cirujano plástico crearía nuevos tejidos para prevenir la carencia de piel después de la cirugía.

Las niñas comparten el riego sanguíneo cerebral y una arteria y además Sabah, que no tiene ni un solo riñón, precisaría un trasplante.

La cirugía para casos como este es complicada y normalmente requiere injertos de piel masivos.

El mayor desafío para el equipo de Apollo es la separación de los sistemas circulatorios del cerebro de ambas niñas.

La decisión final sobre la cirugía queda ahora en manos de los padres de las niñas y de ellas mismas, pues la operación es compleja y peligrosa.

El estadounidense Carson es especialista en este tipo de operaciones y, en 1997, formó parte de un equipo que separó con éxito a dos siameses de Zambia, que hasta ahora han sobrevivido.

Sin embargo, no tuvo éxito en 2003 cuando operó a las dos siamesas iraníes, Laleh and Ladan Bijani, de 29 años, ninguna de las que cuales sobrevivió.

Este caso de siameses es muy raro pues se produce sólo en uno de cada 200.000 nacimientos y menos del 25 por ciento sobreviven un intento de separarlos.
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