WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, intentó este martes durante una conferencia de prensa retomar la iniciativa tras la caída de su popularidad, defendiendo las prioridades de su política interna y su estrategia política en Irak.
El Mandatario justificó ampliamente su decisión de proponer a Harriet Miers, la consejera jurídica de la Casa Blanca, para integrar la Suprema Corte de Justicia. La decisión, anunciada el lunes y que aún debe ser aprobada por el Senado, suscita las protestas del ala conservadora del Partido Republicano.
Respecto a Irak, Bush aseguró que Estados Unidos "no abandonará" al país en el que "las tropas norteamericanas tienen dos misiones".
"Una es perseguir a Al Zarqawi y sus seguidores y llevarlos ante la justicia", dijo Bush, recordando el "éxito" que representó la semana pasada la muerte del número dos de la rama iraquí de la red Al Qaeda, Abdalá Najim Abdalá Mohammed al-Juari, alias Abu Azzam, durante una operación conjunta con las fuerzas iraquíes.
"La segunda misión es formar a los iraquíes", subrayó Bush. "Evidentemente queda trabajo por hacer, es necesario preparar otras unidades, pero, como dije, más de 30 batallones tienen capacidad (de combate) y eso es un progreso sustancial", agregó.
Los iraquíes deben pronunciarse el 15 de octubre sobre el proyecto de constitución, un examen importante para la estrategia de la administración Bush en ese país, donde se encuentran alrededor de 140.000 soldados norteamericanos.
Según un sondeo publicado a fines de septiembre, el 58% de los norteamericanos desaprueba la política de su Presidente. Bush afirmó este martes que aún tenía mucho capital político y que pensaba mantener las grandes líneas de su programa.
Repitió, sin embargo, que se atribuía la responsabilidad de la falta de preparación de las autoridades federales para enfrentar al huracán Katrina, que arrasó el sur de Estados Unidos a principios de septiembre.
"En la medida en que el gobierno federal no hizo frente a la tarea, asumo la responsabilidad", declaró.
El Mandatario prometió entregar ayuda federal para la reconstrucción, destacando que el sector privado debía jugar el papel más importante y llamó al Congreso a realizar recortes presupuestales para financiar la ayuda.