SAO PAULO.- El Presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, negó hoy que vaya a postergar la ejecución del proyecto de desvío de las aguas del río San Francisco, en el noreste del país, porque un obispo católico está realizando una huelga de hambre "hasta la muerte" en contra de la iniciativa.
"No podría haber suspensión, porque es una obra que no tiene fecha marcada para comenzar. Todavía se está discutiendo el impacto ambiental", dijo el presidente poco antes de participar en San Pablo de una reunión con empresarios.
El obispo Luiz Flavio Cappio se declaró en huelga de hambre el 26 de septiembre, y anunció que la mantendrá hasta que el gobierno suspenda la obra de cambiar el curso del río San Francisco para abastecer a las regiones más áridas del nordeste del país.
El presidente ordenó a su ministro de Articulación Política, Jacques Wagner, viajar a la pequeña capilla del noreste donde monseñor Cappio realiza su huelga, para tratar de convencerlo a dialogar y suspender su protesta, informó ansa.it.