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Constitución iraquí entregaría más autonomía a chiitas del sur

En agosto, el jefe del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), Abdel Aziz Hakim, había defendido la "necesidad de una zona autónoma en el centro y sur de Irak dados los vínculos entre los habitantes de esa región" de mayoría chiíta.

12 de Octubre de 2005 | 06:37 | AFP
BASORA.- La futura Constitución de Irak, que se somete a referéndum el sábado, ofrece a los chiitas del sur del país, rico en petróleo, la posibilidad de constituir un embrión de Estado reagrupando varias provincias en una sola región.

En agosto, el jefe del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak (CSRII), Abdel Aziz Hakim, destapó la caja de los truenos al defender la "necesidad de una zona autónoma en el centro y sur de Irak dados los vínculos entre los habitantes de esa región" de mayoría chiíta.

Esta declaración del jefe del partido mejor representado en el Parlamento no molestó a los kurdos, que disponen ya de una región autónoma que agrupa a tres provincias norteñas.

Durante la larga y laboriosa gestación del proyecto, los negociadores kurdos defendieron con uñas y dientes un sistema federal, que han obtenido. No, en cambio, que el texto contemple el derecho de la autodeterminación.

Los responsables kurdos tuvieron que callar por ahora su reivindicación de la ciudad petrolera de Kirkuk, arabizada por el régimen de Sadam Husein.

En definitiva, los kurdos consideran muy útil votar "sí" en el referéndum para reforzar la autonomía existente. La movilización a favor del texto en las provincias de Erbil, Dohuk y Suleimaniya no tiene parangón en el resto del país.

Los sunitas, en cambio, presentes sobre todo en el oeste y norte del país, han puesto el grito en el cielo.

Al frente del país desde el nacimiento de un Estado moderno iraquí, se han visto desposeídos de todas las riendas del poder al caer Sadam Husein y temen ser los grandes perdedores de la instauración del federalismo.

"No nos oponemos al federalismo sino al que está inscrito en el proyecto de texto" constitucional, afirma Ayad Sammarai, el portavoz del Partido Islámico, principal formación política sunita del país.

La comunidad sunita va a movilizarse masivamente contra la Constitución: reunir dos tercios de "noes" al menos en tres de las 18 provincias del país es una misión difícil dadas las divisiones internas existentes, pero no imposible.

Los chiitas impusieron en la comisión de redacción de la Constitución un artículo por el cual la nueva Asamblea Nacional deberá adoptar en un plazo de seis meses una ley para determinar las condiciones requeridas para que dos o más provincias puedan formar una región.

Según un responsable del CSRII, los chiitas podrían reivindicar la creación de una región que comprendería hasta nueve provincias al sur de la capital.

Poder regional

"La lista de competencias exclusivas del Gobierno central es muy corta", indica un informe de Nathan Brown, experto de la fundación norteamericana Carnegie, que las reduce a defensa y diplomacia.

Regiones y provincias tienen derecho a disponer de oficinas en las misiones diplomáticas iraquíes. Las regiones administran sus propias fuerzas de seguridad.

En materia económica, el centro se limita a elaborar el "presupuesto general". El texto constitucional mantiene la ambigüedad acerca del reparto de los recursos petroleros potenciales, cuyas exportaciones son la principal fuente de ingresos del Estado.

El fruto de la producción existente debe ser repartido de forma equitativa entre las regiones, en función del nivel de población de cada una. El reparto de la producción de los yacimientos todavía sin explotar lo negociarán el Gobierno federal y las regiones productoras.

Irak posee las terceras reservas demostradas mundiales de petróleo, concentradas en un 65% o más en el sur del país, según datos del Oil and Gas Journal, citados por el Departamento de Energía norteamericano.

Los proyectos de Hakim podrían verse entorpecidos por las divisiones internas en su comunidad.

"No es nada seguro que la gente de Moqtada Sadr, que se encuentra esencialmente en Bagdad, aprecie que se les trate como ciudadanos de segunda", según un observador extranjero.

Este jefe religioso chiíta radical podría oponerse a los planes del CSRII, y hacerlo con un argumento de talla: buena parte de los dos millones de chiitas que viven en Bagdad le obedecen a ciegas.