ROMA.- Decenas de miles de niños se han encontrado hoy con el papa Benedicto XVI en la Plaza de San Pedro, en Roma, en un evento multitudinario y festivo, en el que los pequeños oraron ante la eucaristía, bailaron al ritmo del "break dance", escucharon música "gospel" y jalearon a los cantantes de moda.
Según los medios locales, unas 150.000 personas, entre niños en torno a la edad de la primera comunión, catequistas y familiares han acudido hoy a la Plaza de San Pedro y sus aledaños.
Una hora antes de la llegada de Benedicto XVI, había comenzado la congregación en la Plaza de San Pedro, donde grupos de jóvenes, vestidos con pantalones vaqueros, camisetas holgadas y zapatillas de deporte, bailaron "break dance" y "gospel", y escucharon a sus ídolos musicales, como el italiano Paolo Meneguzzi.
Poco antes de las 18.00 hora local (16.00 GMT) el Papa hizo su entrada en automóvil en la Plaza, donde dio varias vueltas saludando a los pequeños, en su mayoría italianos, mientras un coro de más de trescientos niños le recibían cantando "aleluya", y el resto le acogía al grito de "Benedicto, Benedicto".
El Papa se sentó luego entre los niños y escuchó la bienvenida que le dio Emanuele Roccasalvo, de diez años: "en nombre de todos los niños quiero darte un fuerte abrazo y decirte te queremos".
El Sumo Pontífice dirigió entonces una alocución a los niños en la que recordó su primera comunión: "fue un bonito domingo de mayo de 1936; una jornada de sol, con mucha música y cosas bellas".
"Eramos treinta chicos y chicas, pero en el centro de mis recuerdos está el encuentro con Cristo; la emoción que sentí cuando comprendí que había entrado en mí corazón", explicó desde el centro de la Plaza de San Pedro.
El líder espiritual de los católicos contestó luego las preguntas que le formularon varios niños, sobre por qué hay que ir a misa los domingos, si hay que confesarse a menudo aún cuando los pecados sean siempre los mismos o qué significan para los cristianos las palabras de Jesús: "yo soy el pan de la vida".
Con paciencia y una sonrisa, Benedicto XVI explicó a los niños el por qué de los ritos católicos y la interpretación de las palabras de Jesús.
Así, por ejemplo, comentó que "no es necesario confesarse cada vez que se comulga", a menos que se haya cometido "un pecado grave", aunque dijo que "es muy útil" hacerlo "con una cierta regularidad para tener nuestro alma limpia".
También dijo que cuando Jesús se proclamaba el pan de la vida, quería decir que al igual que "tenemos necesidad de nutrirnos para vivir, también el espíritu, el alma, tiene necesidad de nutrirse para que pueda madurar, para que pueda realmente llegar a su plenitud".
"Tenemos necesidad de la amistad de Dios, que nos ayude a tomar la decisión justa, que nos nutra para hacernos realmente personas maduras", añadió.
Después el Papa pidió silencio a todos los congregados y se arrodilló ante el Ostensorio para orar, acto en el que todos le siguieron y la Plaza quedó en completa calma.
Benedicto XVI se despidió entonces de los pequeños a los que dijo: "Gracias! Gracias por esta fiesta de la fe; gracias por este encuentro con vosotros y con Jesús. Gracias a cuantos han hecho posible esta fiesta, sacerdotes, hermanas, catequistas. La paz sea con vosotros; el señor sea con vosotros".
Mientras se retiraba, las canciones comenzaron de nuevo, entre ellas una música "gospel" hecha famosa en la película "Sister Act", donde aparece la actriz estadounidense Whoopi Goldberg.
