ANKARA.- Cerca de mil aves murieron hoy en la provincia de Agri, en el este de Turquía, sin que se conozca todavía la causa de su muerte, informó la agencia de noticias turca, Anatolia.
Según el gobernador de Agri, Yusuf Yavascan, citado por la agencia, se han enviado muestras de las aves a un laboratorio de la ciudad de Erzurum, en la misma región, para averiguar si su muerte fue causada por la gripe aviar.
Yavascan detalló que las mil aves muertas pertenecían a una partida de seis mil y que habían sido trasladadas de la provincia occidental de Bursa y de la central de Corum, a Patnos.
Las autoridades de Patnos afirmaron que otras aves del mismo grupo murieron ayer y que según los veterinarios su fallecimiento se debió a las malas condiciones de su traslado.
Por otra parte, los ciudadanos del pueblo de Kalkan, en la provincia turca de Sanliurfa, en el sureste del país, afirmaron que otras mil aves murieron allí en los últimos quince días.
Ahmet Odabas, alcalde de Halfeti, en Sanliurfa agregó que varios equipos médicos se trasladaron a Kalkan y que se enviaron muestras de las aves para que fueran analizadas.
"El fallecimiento podría haber sido causado por medicamentos. No creo que en el pueblo hubiera tantas aves. La gente ha exagerado, pero de todos modos vamos a comprobarlo", añadió Odabas, que confirmó, sin embargo, que ya han desinfectado por precaución el lugar donde se encontraron los restos de los animales.
Por otro lado, en la provincia occidental de Manisa, las autoridades anunciaron hoy que los cuarenta pichones que habían muerto el pasado jueves, no murieron por la gripe aviar.
También ayer las autoridades turcas prohibieron la caza en su territorio de cualquier tipo de ave salvaje debido al brote de gripe aviar descubierto en el país.
Los primeros casos de gripe aviar aparecieron la semana pasada en el noroeste de Turquía tras la muerte de más de 1.800 aves en una granja.
Según los análisis, la variante de la gripe aviar presente en Turquía es la H5N1, la misma que en Rumania, y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera como "altamente peligrosa".