PARÍS.- Una red ilegal de tráfico de lactantes, vendidos por búlgaros a parejas francesas, fue desmantelada este martes en una operación conjunta de la Policía y Gendarmería gala, que recuperaron al menos a cinco pequeños, según fuentes próximas a la investigación.
Las parejas que compraron a los recién nacidos, por cada uno de los cuales habrían pagado de 5.000 a 6.000 euros (de 3,2 a unos 3,8 millones de pesos), según se tratase de una niña o un niño, fueron puestas a disposición judicial, añadieron las fuentes.
La operación fue ordenada por un juez instructor de Bobigny, en las afueras de París, en el marco de una investigación abierta en 2004 tras la denuncia de una mujer búlgara en su país. Todos los compradores pertenecen a la comunidad gitana, según las fuentes.
Ahora, un juez de menores del tribunal de Bobigny debe decidir sobre el futuro de esos pequeños, cuyas edades rondan los 18 meses.
La investigación recayó en la Oficina Central para la Represión del Tráfico de Seres Humanos, dependiente de la Policía Judicial, y de la sección de investigación de la Gendarmería de Rennes, en el oeste de Francia.