OVIEDO.- El Príncipe de Asturias llamó por teléfono a su esposa, doña Letizia, nada más concluir esta tarde en el Teatro Campoamor de Oviedo el acto de entrega de los premios que llevan su nombre y que este año celebran su XXV edición.
En conversación con un grupo de periodistas, don Felipe dijo que la Princesa le había transmitido su pesar por no haber podido estar hoy con él en este solemne acto, que vio por televisión, y que comentó que le había emocionado mucho.
El ginecólogo que atiende a doña Letizia, embarazada de ocho meses, desaconsejó ayer que la Princesa viajara a Oviedo.
Don Felipe explicó a los periodistas que la Princesa se encuentra bien y que ambos esperan con ilusión el nacimiento de su primer hijo, previsto para mediados de noviembre.
El Príncipe bromeó con los informadores y les confesó que confía en que el parto no llegue de madrugada.
El pasado lunes, poco antes de la medianoche, los Príncipes de Asturias tuvieron que trasladarse a la Clínica Ruber Internacional de Madrid, donde la Princesa dará a luz, al sentir doña Letizia las primeras contracciones.
La Princesa permaneció ingresada tres horas, durante las cuales fue sometida a una monitorización para comprobar el estado del bebé, prueba tras la cual regresó a su residencia en el recinto de la Zarzuela acompañada por don Felipe.
Un portavoz de la Casa del Rey dijo a EFE que el Príncipe había recibido numerosas felicitaciones por el discurso que pronunció esta tarde en el Teatro Campoamor, en el que reforzó su compromiso con la Constitución de 1978.
En su alocución, el Príncipe recordó a las víctimas del terrorismo, habló de reconciliación y de pacto constitucional, e insistió en su compromiso firme como heredero de la Corona con ese proyecto de convivencia "al servicio de España" que es la Constitución de 1978.
