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Japón: Hija de príncipes de Japón podrá heredar trono imperial

La reforma de la ley de sucesión podría producirse en 2006.

25 de Octubre de 2005 | 20:26 | Orbe
TOKIO.- La única hija de los príncipes herederos de Japón, Naruhito y Masako, podría convertirse en sucesora al trono.

El comité del Gobierno japonés sobre asuntos de sucesión se ha mostrado a favor de que las mujeres hereden el trono imperial, y el primer ministro, Junichiro Koizumi, anunció que la reforma de la ley de sucesión podría producirse en 2006.

El Gobierno podría presentar el próximo año al Parlamento la reforma de la ley de sucesión, que daría a las mujeres de la familia imperial el derecho a ascender al trono, según recogió la agencia de noticias Kyodoen palabras de Koizumi.

El emperador de Japón, Akihito, de 71 años, tiene de momento garantizada su sucesión en Naruhito, de 44 años, su hijo primogénito.

Sin embargo, Naruhito y Masako, de 41 años, tienen sólo una hija, Aiko, de tres años, de ahí el debate desatado en la sociedad nipona y la puesta en marcha de este comité asesor cuyo dictamen, según la prensa japonesa, tiene todas las probabilidades de ser aceptado por el Gobierno.

Según las últimas encuestas reveladas este mes por la prensa de Japón, un 84 por ciento de los habitantes de este país es partidario de que las mujeres puedan heredar el trono, en contra de lo que establece la actual ley que da ese derecho sólo a los varones.

Apenas un 6 por ciento de los japoneses es partidario de que la línea de sucesión siga siendo exclusivamente masculina.

La posibilidad de que una mujer ascienda al trono no es desconocida en Japón, pues ya entre los siglos VI y XVIII ocho emperatrices asumieron la responsabilidad imperial.

Sin embargo, en tales ocasiones lo hicieron en situaciones de excepción estatal y normalmente con un estatus de monarca regente, bien porque el príncipe sucesor era muy joven para reinar o porque su coronación se retrasó por motivos políticos.

El comité sobre la sucesión fue puesto en marcha en enero pasado, cuando la preocupación existente en la propia familia imperial por la ausencia de un hijo varón de Naruhito fue asumida por el Gobierno como una "cuestión de estado", capaz de influir en la seguridad nacional.

El último varón que nació en Japón en la línea sucesoria del emperador fue el príncipe Akishino, de 40 años, hermano de Naruhito, de ahí la preocupación de la Casa Imperial, plasmada en las presiones ejercidas sobre la princesa Masako.

La esposa de Naruhito se recupera de una depresión causada por el rígido protocolo imperial y la exigencia de que debía ofrecer un heredero varón para que se perpetúe la sucesión al trono, según informa el diario español El Mundo.