DAMASCO.- El viceministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid al-Mualem, visitó el domingo varios países del Golfo Pérsico para conseguir apoyo árabe en la víspera de una reunión de las Naciones Unidas, que discutirá posibles sanciones contra Damasco.
En un esfuerzo por contrarrestar una resolución negativa del Consejo de Seguridad apoyada por Estados Unidos y Francia, Siria lanzó su propia investigación el sábado por el asesinato del ex Primer Ministro libanés, Rafik al-Hariri.
La investigación, ordenada por el Presidente sirio Bashar al-Assad, cuestionará a civiles sirios y personal militar y cooperará con un examen de la ONU que ya implicó a altos funcionarios sirios en el asesinato del 14 de febrero, informaron funcionarios.
Mualem entregó una carta al rey Abdullah de parte de Assad el sábado acerca del apoyo de Arabia Saudita durante una reunión de ministros del Consejo de Seguridad el lunes, que se espera resolverá pedir cooperación a Siria y si no lo consigue, aplicaría sanciones económicas.
"El Rey Abdullah confirmó que el reino apoya a Siria contra la presión de la que está siendo objeto por parte de algunos miembros de la comunidad internacional", dijo la agencia de noticias estatal siria SANA.
Sostuvo que Mualem comunicó al Rey Abdullah que Siria quería cooperar con el equipo de la ONU que investigará el asesinato de Hariri y que enviaría mensajes a otros estados del Golfo Pérsico.
Assad discutió el tema con el Presidente egipcio, Hosni Mubarak, el viernes durante su visita sorpresa a Damasco.
Egipto, que junto a Arabia Saudita es uno de los grandes aliados de Estados Unidos y un mediador poderoso en la región, dice que quiere disminuir la tensión entre Siria y Estados Unidos.
El ministro de Relaciones Exteriores sirio Farouq al-Hara viajó a Nueva York el domingo. Se reunirá con el secretario general de la ONU Kofi Annan y otros embajadores, dijo la agencia SANA.
Detley Mehlis, a cargo de la investigación de la ONU, instó a Siria en la reunión del Consejo de Seguridad de la semana pasada a iniciar su propio procedimiento y cooperar completamente con los investigadores internacionales.
Siria rechaza estar involucrada y califica el informe de Mehlis como politizado, pero está bajo una intensa presión internacional.
Estados Unidos y Francia esperan que en la reunión del lunes se decida una dura resolución contra Siria, aunque Rusia y China aún tienen sus dudas.