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Crece presión sobre gobierno de Francia tras nuevos disturbios

Jóvenes prendieron fuego a 40 autos, dos autobuses, y cubos de basura, además de causar daños al menos a una escuela y un centro comercial.

03 de Noviembre de 2005 | 05:42 | Reuters
PARIS.- La violencia estalló hoy por séptima noche consecutiva en los suburbios de París, aumentando la presión sobre el gobierno del Primer Ministro Dominique de Villepin para que actúe rápidamente y restaure el orden.

Grupos de jóvenes provocaron disturbios en nueve zonas de los suburbios empobrecidos que rodean la capital francesa en el norte y el este, prendiendo fuego a 40 autos, dos autobuses, y cubos de basura, además de causar daños al menos a una escuela y un centro comercial.

Cientos de policías se desplegaron para controlar los disturbios, y algunas unidades fueron desviadas de su presencia en un partido de fútbol.

Un sindicato que representa a policías describió la situación como una "guerra civil" y pidió al ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, que impusiera un toque de queda en las zonas que se han visto involucradas en la violencia para asegurar que ésta no se descontrole.

Los enfrentamientos se desataron la semana pasada en Clichy-sous-Bois después de que dos adolescentes murieran electrocutados cuando aparentemente trataban de huir de la policía durante unos disturbios, y desde entonces se ha extendido a otros suburbios parisinos.

Las fotos de los autos en llamas han acaparado las portadas de los periódicos y han llevado el asunto a lo más alto de la agenda gubernamental. En respuesta, Villepin canceló un viaje a Canadá el miércoles y prometió que movilizaría al gobierno para hacer frente a la situación.

Rivalidad

La atención de los medios de comunicación se ha intensificado más al ponerse de relieve la amarga rivalidad entre Villepin y Sarkozy, de cara a las elecciones presidenciales de 2007, particularmente después de que Sarkozy calificara a los jóvenes de "escoria".

El ministro de Igualdad de Oportunidades, Azouz Begag, criticó abiertamente a Sarkozy el miércoles mientras que Villepin asestó un golpe calculado al fuerte lenguaje usado por el ministro cuando hizo hincapié en la necesidad de evitar estigmatizar dichas áreas.

La oposición se ha valido de esos signos de discordia y acusó al gobierno de estar a la deriva y no poder lidiar con las razones subyacentes de los disturbios.

Los enfrentamientos en los suburbios del este, donde viven minorías africanas, se desataron por la frustración de los jóvenes al no conseguir trabajo ni algún reconocimiento por parte de la sociedad francesa.

Tras los comentarios de Sarkozy, el gobierno se ha estado esforzando por encontrar un punto de equilibrio entre la necesidad de asegurar la ley y el orden, y al mismo tiempo mostrar que comprende los problemas que enfrentan las minorías y las comunidades marginadas.

El portavoz gubernamental Jean-Francois Cope reiteró la necesidad del respeto mutuo en una entrevista transmitida por la cadena de televisión France 3 y dijo que el jueves Villepin se encontrará con representantes de los suburbios afectados por la violencia.
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