ATLANTA.- Las dificultades económicas, la falta de médicos especialistas, así como las carencias de materiales de curación y de otros suministros, han provocado una crisis en el sistema de las salas de emergencia de Estados Unidos, que consideran que están mal preparadas para afrontar un desastre de gran magnitud.
En algunos de los hospitales, la sobrepoblación en la sala de emergencias es tal, que los pacientes forman largas filas en los pasillos, incluso en los días de poca actividad.
Los médicos reconocieron que no podrían manejar algún gran accidente de avión o cualquier otro incidente con 20 o 30 heridos graves.
"Es una verdadera batalla cumplir con la demanda nocturna de llamadas a los números de emergencia, y se supone que deberíamos atender una epidemia o un atentado", señaló el doctor Arthur Kellerman, uno de los médicos que atienden en la sala de emergencias del hospital de Atlanta.
Los hospitales de traumatología y las salas de emergencia en otras ciudades de Estados Unidos sufren las mismas presiones, indicaron algunos expertos.
"Los sistemas de traumatología casi siempre están a punto de verse rebasados", señaló por su parte Larry Gage, presidente de la Asociación Nacional de Hospitales Públicos y Sistemas de Salud.
Por ejemplo, el huracán Katrina destruyó el único hospital de traumatología de Nueva Orleáns.
Hace algunos años, los problemas de financiamiento obligaron al cierre de varios centros de atención primaria de emergencia en Detroit y Los Angeles, y más de 12 hospitales en todo el país han tenido que reducir operaciones o cerrar sus unidades de traumatología desde entonces.
Esa tendencia, agravada por el crecimiento de la población en Estados Unidos, ha obstaculizado la capacidad de muchos de los hospitales para manejar rápida y adecuadamente casos graves de emergencias.
"En todo el país, el nivel de sobrecupo en los departamentos de emergencia ha alcanzado niveles sin precedente en la historia de Estados Unidos", afirmó la doctora Kathleen Clem, directora de los servicios de medicina de emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Duke.
Los centros de emergencia y traumatología pierden dinero, al atender a muchos pacientes que no cuentan con seguro médico.
A la vez, resulta costoso mantener una plantilla de médicos que trabajen durante las 24 horas con galenos especializados y trabajadores expertos en cuidados de traumatología.