KYOTO, Japón.- El Presidente estadounidense, George W. Bush, llegó este martes a Japón para entrevistarse con uno de sus más fieles aliados, el Primer Ministro nipón, Junichiro Koizumi, en la primera etapa de una larga gira por Asia que también le llevará a países menos amistosos como Corea del Sur y China.
Bush y su esposa Laura llegaron a Osaka (oeste) y se trasladaron inmediatamente en helicóptero con destino a la cercana ciudad de Kyoto, donde el miércoles por la tarde tiene previsto entrevistarse con Koizumi.
Será el primer encuentro entre el Mandatario estadounidense y el Premier japonés desde que éste -ferviente partidario de la intervención estadounidense en Irak- ganó las elecciones legislativas del 11 de septiembre.
Ambos dirigentes hablarán de economía, terreno en el que Bush tiene previsto animar a su amigo liberal-populista a proseguir con su programa de "reformas estructurales" en Japón.
Las cuestiones estratégicas y de seguridad serán, sin embargo, las dominantes.
Koizumi y Bush hablarán sobre un proyecto de redespliegue de las tropas estadounidenses destacadas en Japón, aunque no se tomará una decisión importante por el momento, precisó el consejero de Seguridad de la Casa Blanca, Stephen Hadley.
La amenaza nuclear norcoreana también figura entre los temas que se discutirán.
El viernes pasado terminó sin progresos una nueva ronda de conversaciones a seis (Estados Unidos, China, Japón, Rusia, Corea del Norte y Corea del Sur) sobre las ambiciones nucleares de Pyongyang.
Sin embargo, antes de la comida que compartirá con su anfitrión nipón y de las reuniones políticas previstas, Bush visitará el célebre templo budista del Pabellón de Oro, una de las maravillas de Kyoto.
A continuación está previsto que pronuncie un discurso que, según sus asistentes, será uno de los más importantes de su gira de una semana por varios países del norte de Asia, incluido China.
El Presidente estadounidense seguro que elogiará los esfuerzos de China para abrir su economía pero, al mismo tiempo, tendrá que exhortar a Beijing a aplicar esa misma liberalización en sus actividades políticas y religiosas.
Bush ya ha dejado claro su deseo de defender los derechos humanos y la libertad de culto en China, donde asistirá a un oficio religioso.
La semana pasada, el Presidente estadounidense se entrevistó en la Casa Blanca con el Dalai-Lama, jefe espiritual del Tíbet, actualmente en exilio.
Bush debe presionar a los dirigentes chinos para que Beijing adopte medidas más estrictas para proteger la propiedad intelectual, luchar contra la falsificación de marcas de objetos y ropa de moda y flexibilizar el tipo de cambio del yuan con respecto al dólar.
Sin embargo, Hadley ya advirtió que, con respecto a estos temas, era necesario "no esperar grandes avances".
Antes de su visita a China, Bush viajará el miércoles a Corea del Sur para participar en la cumbre anual del Foro de Cooperación Económica de los países de Asia-Pacífico (APEC) en la sureña localidad de Pusan.
En suelo surcoreano se entrevistará con su homólogo ruso, Vladimir Putin, e intentará promover la cooperación internacional para prevenir una posible pandemia de gripe aviaria.
Bush terminará su gira asiática en Mongolia, convirtiéndose así en el primer Presidente estadounidense que visitará ese país.
La gira asiática coincide con un brutal descenso de la popularidad de Bush en Estados Unidos debido a la guerra en Irak y a la creciente polémica por las presuntas torturas y malos tratos de detenidos acusados de terrorismo.