MADRID.- Miles de personas asistieron el sábado en la basílica de Santa Cruz del Valle de los Caídos, en las afueras de Madrid, a una misa con motivo de los 30 años de la muerte del dictador Francisco Franco, que se cumplen el domingo.
Unas 6.000 personas, según la dirección de Patrimonio Nacional del gobierno español, encargada del mausoleo donde reposan los restos de Franco, completaron el aforo del templo, mientras que muchas otras tuvieron que quedar fuera por falta de espacio.
La ceremonia fue organizada por la Fundación Francisco Franco y contó con la presencia, entre otras, de su presidenta e hija del dictador, Carmen Franco Polo, y del ex teniente coronel Antonio Tejero, protagonista del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981.
Tras el fin de la ceremonia, varios cientos de personas se quedaron durante un tiempo en el recinto del monumento, situado a unos 30 kilómetros de Madrid, entonando cantos fascistas y profiriendo insultos contra el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, o el ex secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo.
De forma paralela a esta ceremonia, en la tarde también tuvo lugar en la capital española una manifestación antifranquista para rendir homenaje a las víctimas de la dictadura.
Con el lema "Memoria, dignidad y lucha", unas 2.000 manifestantes, según periodistas en el lugar, partieron desde la Plaza de Cibeles hasta la céntrica Puerta del Sol, donde depositaron flores en recuerdo de las últimas víctimas del franquismo, especialmente los cinco miembros de ETA y FRAP fusilados en septiembre de 1975, poco antes de la muerte de Franco, el 20 de noviembre de ese año.
Ondeando banderas anarquistas y republicanas, los manifestantes antifascistas finalizaron su concentración con un minuto de silencio.