BEIJING.- La prensa oficial china calificó hoy al 13 por ciento de los jóvenes internautas del país de "adictos a la red" por haber entrado alguna vez en páginas pornográficas, juegos u "otras web de ocio".
La agencia estatal Xinhua hizo público un estudio realizado por la Asociación de la Juventud China para el Desarrollo de la Red entre 15.000 internautas chinos, en el que se califica a más del diez por ciento de "adictos a internet" por las mencionadas actividades, aunque no las realizaran frecuentemente.
Según el artículo, actividades como los juegos en la red (una de las actividades preferidas de los jóvenes chinos durante su tiempo de ocio) son "amenazas potenciales a la vida normal".
De acuerdo con el estudio, entre las internautas hay más "adicción" en hombres jóvenes (17%) que en mujeres (10%).
Además, el porcentaje de presuntos adictos aumenta en grandes ciudades como Beijing (23,5 por ciento) pero también en provincias menos cosmopolitas como Yunnan (suroeste del país), con un 27,9 por ciento.
El artículo de Xinhua añade que, según expertos que no tienen relación con el citado estudio, un 90 por ciento de la delincuencia juvenil en el país está relacionada con Internet.
Con 103 millones, China está sólo por detrás de Estados Unidos (159 millones) en número de internautas, en su mayoría jóvenes, que usan Internet sobre todo como herramienta de ocio, pero también para conocer información que generalmente es ocultada por los medios de comunicación chinos, férreamente controlados por el Gobierno.
Beijing bloquea de forma permanente páginas web como la de la televisión estatal británica "BBC", la popular enciclopedia electrónica Wikipedia o las de organizaciones muy críticas con los derechos humanos en China, caso de Amnistía Internacional o Reporteros Sin Fronteras.
Además, ha bloqueado de forma temporal buscadores como Google o Yahoo, o aquellas páginas con ideas contrarias a Beijing, como medida de presión, y pone cada vez más cortapisas a vehículos de expresión libre como los blogs o los foros de discusión.
Recientemente, la muerte de un joven internauta chino que había pasado más de un día jugando por Internet en un cibercafé sirvió de argumento a Beijing para defender sus campañas e intensificar las críticas.
