SAO PAULO.- Un sacerdote español que hace décadas lucha por la preservación de la Amazonía, ha sido amenazado de muerte por pistoleros del servicio de madereros que operan en la región, informó hoy la prensa.
El sacerdote Antonio Ramiro Benito, oriundo de Aranda de Duero (Burgos), donde nació hace 60 años, más de la mitad de los cuales los ha vivido en Brasil, está en la mira de los madereros porque es uno de los pocos que denuncia la devastación en el municipio de Novo Aripuaná, estado de Amazonas, informa el diario "O Estado de Sao Paulo".
Benito, que desde hace 22 años es párroco de Novo Aripuaná, localidad situada a orillas del río Madeira, 225 kilómetros al sur de Manaus, la capital regional, es uno de los principales críticos de la tala descontrolada de árboles en la zona, a la cual atribuye la severa sequía que sufrió en los últimos meses la Amazonía.
Según el religioso, algunos madereros le mandan mensajes intimidatorios, del tipo: "¿Quiere acabar como la hermana Dorothy Stang?", en referencia a la misionera católica estadounidense que fue asesinada a tiros en febrero pasado en el estado amazónico de Pará por oponerse a la acción de madereros y latifundistas.
Otros, menos sutiles, le han mostrado armas que llevan en la cintura y le dicen que "está reclamando mucho".
"No puedo callarme", dijo el sacerdote al periódico, y agregó que mientras tenga fuerzas luchará por la defensa de la Amazonía.
Agregó que los madereros, que actúan sin Dios ni ley, "invitan" a los pobladores de la región a que salgan de sus tierras, para lo cual cuentan con la complicidad de "grilleros", mafias dedicadas a falsificar documentos de propiedad de la tierra.
"Lo que no puede ser es que esos madereros acaben con la selva, que los "grilleros" expulsen a los ribereños de las tierras donde viven hace 20, 50 años, y todo quede así", manifestó el religioso.
Las amenazas contra Benito fueron confirmadas por representantes de organismos oficiales en la región, quienes señalaron que es el único que alza la voz contra quienes destruyen la Amazonía.
"El padre es el único que se atreve a mostrar la cara en las denuncias, por eso es el más marcado", dijo la jefa en Novo Aripuaná del Instituto de Desarrollo del Amazonas, Anecilene Buzaglo.
