MUZAFFARABAD, Pakistán.- Decenas de personas con hipotermia y problemas respiratorios fueron hospitalizadas el lunes, luego de que fuertes lluvias y nieve castigaron la parte paquistaní de Cachemira, cerrando caminos y deteniendo los vuelos de helicópteros.
Desde que el sismo de magnitud 7,6 afectó Pakistán el 8 de octubre, con unos 87.000 muertos, las agencias de ayuda han advertido sobre un posible desastre para los alrededor de 3,5 millones de personas que perdieron sus casas en los himalayas, antes de que caiga el invierno sobre la región.
Un terremoto de magnitud 4,7 fue sentido en la ciudad suroccidental de Quetta el lunes, pero se carece de informes sobre daños o lesionados, dijo el meteorólogo Mojammed Jamil. Indicó que el sismo tuvo su epicentro a unos 300 kilómetros al noreste de Quetta, pero no dio detalles.
La primera nevada de la estación invernal cayó en las montañas cercanas a Muzaffarabad, capital de la Cachemira paquistaní, y otras zonas, el sábado, continuando el lunes. Cientos de mujeres, niños y ancianos ya presentaban problemas respiratorios, diarrea, sarna, tétanos y otros problemas, incluso antes de la nevada.
Mohammed Shoaib, médico en un hospital móvil en la zona, dijo el lunes que unos 40 ancianos y menores presentan hipotermia y han sido llevados ahí. Otras instalaciones dieron informaciones similares. La situación podría ser peor en las áreas más remotas, donde las avalanchas causadas por la precipitación bloquearon los caminos principales.