RÍO DE JANEIRO.- Al menos cinco personas murieron carbonizadas y otras once sufrieron graves quemaduras cuando el autobús en que se movilizaban ayer en la noche por un suburbio de Río de Janeiro fue atacado con bombas molotov, en un hecho atribuido por la policía a una venganza de narcotraficantes.
El ataque ocurrió en Penha Circular, cuando el autobús se dirigía hacia el barrio de Irajá lleno de personas que habían dejado sus trabajos en el centro de la ciudad, según la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad.
Pese a que muchas personas alcanzaron a abandonar la máquina por la puerta y las ventanas, el bus explotó cuando aún había varias dentro.
Los cuerpos de las cinco víctimas, entre ellas una niña de apenas dos años, quedaron carbonizados dentro del vehículo, en tanto que once personas, que sufrieron quemaduras de gravedad, fueron trasladados al hospital Getulio Vargas.
Según la policía, las molotov fueron arrojadas por miembros de la banda criminal que controla el tráfico de drogas en la vecina favela Guaporé como respuesta a un operativo policial pocas horas antes.
Los enfrentamientos entre bandas rivales por el control del tráfico de drogas en las principales favelas de Río de Janeiro y entre narcotraficantes y policías han convertido a esta ciudad en una de las más violentas de Brasil.
