
HONG KONG.- La mujer más rica de Asia, la multimillonaria de Hong Kong Nina Wang, ganó una batalla legal de ocho años de duración para limpiar su nombre de la acusación de haber falsificado el testamento de su marido para poder heredar su inmensa fortuna, informó este sábado la prensa.
Los fiscales retiraron el viernes todos los cargos que pesaban en contra de Wang por presunta falsificación del testamento de su marido, el industrial Teddy Wang, para heredar su imperio Chinachem, valorado actualmente en 3.500 millones de dólares.
Wang fue declarado muerto nueve años después de su secuestro, en 1990.
Nina Wang ganó en septiembre pasado una causa civil presentada en su contra por su cuñado, Wang Din-shin, de 94 años, por considerar que él era el heredero correspondiente de la fortuna de su hermano.
El tribunal civil consideró que no había una real causa de sospecha de que el testamento de Wang hubiese sido falsificado, como aseguraba Din-shin.
El viernes, los fiscales de la acusación penal también decidieron retirar los cargos en contra de la mujer, una carismática empresaria famosa en Hong Kong por su colorido vestuario y sus originales cortes de pelo.
"La señora Wang está satisfecha de que tanto la causa civil como la penal hayan quedado cerradas y ella haya sido completamente exonerada de los cargos", declaró su abogado, Jonathan Midgley.
Nina Wang fue acusada formalmente de falsificación en enero pasado pero logró la libertad bajo fianza tras depositar 7,1 millones de dólares, la mayor fianza en la historia de Hong Kong.
Teddy Wang fue secuestrado en 1990, poco después de que hubiese cambiado su testamento a favor de su mujer.
A pesar de que la familia pagó 60 millones de dólares por su rescate, nunca apareció y su cuerpo tampoco fue encontrado. Fue declarado legalmente muerto nueve años más tarde.
Nina Wang siempre ha insistido en que su marido está vivo y que algún día volverá a su lado.
Según la revista estadounidense Forbes, la fortuna personal de Nina Wang asciende a 3.100 millones de dólares, situándose así en el puesto 188 de las personas más ricas del mundo.
Tras hacerse con el control de la Chinachem, la empresaria la transformó en un multimillonario imperio propietario de más de 200 rascacielos de oficinas y 400 compañías en todo el mundo.