CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI recibió este lunes en audiencia privada al príncipe Alberto II de Mónaco, quien fue entronizado hace dieciséis días como nuevo soberano de su país.
El príncipe, quien estaba vestido muy sobriamente, fue recibido en el estudio privado en el palacio apostólico del Papa, con quien conversó por poco más de un cuarto de hora.
El Papa lo recibió a la entrada del estudio con la fórmula oficial en francés para saludar a un rey: "Buenos día su merced".
Tras el encuentro, el pontífice recibió a la delegación que lo acompañaba, encabezada entre otros por el embajador de Mónaco ante la Santa Sede, Jean Claude Michel.
Ninguna de las hermanas del príncipe, ni Carolina, casada por tercera vez con el príncipe Ernesto de Hannover, ni Estefanía, varias veces divorciada, lo acompañaron.
El soberano de Mónaco, principado en el que el catolicismo es religión de Estado, se entrevistó luego con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado de la Santa Sede y rindió homenaje a la tumba de Juan Pablo II en las grutas vaticanas.
Con ocasión de la visita, el soberano de Mónaco le regaló al Papa una estatua de Santa Devota, patrona del principado y de la familia Grimaldi, mientras el pontífice le donó el tradicional cofre con las tres medallas del pontificado.
Alberto II y Benedicto XVI se entrevistaron brevemente el pasado 24 de abril al término de la misa de entronización del nuevo Papa.
El príncipe no pudo asistir a las exequias de Juan Pablo II el pasado 8 de abril debido a la muerte de su padre, el príncipe Raniero, ocurrida el 6 de abril.