REPÚBLICA DOMINICANA.- Decenas de familias haitianas han huido en las últimas horas del norte de la República Dominicana, después de que la muerte de un dominicano supuestamente a manos de un grupo de inmigrantes desatara un brote de violencia.
El nuevo episodio de violencia entre dominicanos y haitianos surgió el pasado fin de semana, después de que una turba de inmigrantes matara a machetazos al dominicano Apolinar López, de 40 años, supuestamente para robarle en una localidad cercana a Villa Trina, al norte del país.
En represalia por la muerte de López, un grupo de compatriotas quemó al menos 35 casas de inmigrantes haitianos obligando a familias enteras a huir de esa comunidad.
El pasado lunes, las autoridades dominicanas encontraron a un haitiano asesinado en éste mismo municipio.
Horas después, tres dominicanas fueron heridas con arma blanca en un confuso incidentes con supuestos inmigrantes de Haití en Pontón, también al norte de la República Dominicana.
La Dirección de Migración en la zona norte del país informó hoy de que al menos 42 haitianos indocumentados fueron repatriados a su país al ser arrestados el lunes en el municipio de Villa Trina.
La fuente dijo que la mayoría de los inmigrantes se entregó "voluntariamente" a las autoridades para protegerse de "enardecidos" dominicanos que los perseguían.
Ramón Solís Ferreiras, portavoz de la Federación de Juntas de Vecinos de Pontón, aseguró a EFE tras estos incidentes que "nadie" quiere a los inmigrantes haitianos en esa localidad.
"Nadie quiere a esa gente aquí. Están cometiendo muchos actos delictivos y eso mantiene asustada a las personas", comentó.
Mientras, pobladores de Villa Trina se reunieron hoy y acordaron pedir a las autoridades que deporten a los haitianos del lugar.
El subdirector de Migración para la zona norte, Juan Isidro Pérez, aseguró hoy a la prensa que las autoridades garantizan la integridad física de los haitianos en Villa Trina y Pontón.
El presidente del Comité Nacional de los Derechos Humanos, Virgilio Almánzar, condenó hoy los incidentes y señaló que "tomar la justicia por sus propias manos no es lo más correcto".
En declaraciones a EFE, Almánzar calificó la muerte de López como "un hecho particular que nunca debió motivar represalias en contra de los haitianos".
"Esto es otro acto de xenofobia", dijo Almánzar, para quien los enfrentamientos entre haitianos y dominicanos son "un problema cíclico" que podrían terminar en una "tragedia".
Violencia cíclica
El activista insistió en que un grupo de "nacionalistas" dominicanos usa los medios de comunicación locales para promover una campaña en detrimento de los haitianos.
Por otro lado, el procurador general dominicano, Francisco Domínguez, quien también condenó estos sucesos, subrayó hoy que "nadie tiene derecho ni a violentar la ley ni a hacer justicia por su mano".
Mientras que Regino Martínez, coordinador de Solidaridad Fronteriza, afirmó que las autoridades dominicanas son responsables de las confrontaciones entre haitianos y dominicanos porque no han propiciado la convivencia entre ambos grupos.
En lo que va de año, al menos cinco conflictos violentos se han originado entre haitianos y dominicanos en diferentes ciudades del norte del país.
Según cifras oficiales, estos enfrentamientos han dejado al menos once muertos desde mayo pasado.
Unos 3.000 haitianos fueron repatriados en mayo, después de que el asesinato de una dominicana en Hatillo Palma (norte), presuntamente a manos de haitianos, desatara una ola de violencia.
Estas repatriaciones terminaron tras una reunión en Santo Domingo del canciller dominicano, Carlos Morales, y su homólogo haitiano, Hérard Abraham.
La República Dominicana y Haití comparten la isla La Española, separados por una línea fronteriza de casi 400 kilómetros.
Las autoridades dominicanas cifran en alrededor de un millón el número de haitianos que hay en el país, en su mayoría indocumentados que trabajan sobre todo en la zafra y la construcción.