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Casa Blanca justifica muerte de pasajero

"Por lo que sabemos, el equipo de alguaciles aéreos actuó de manera coherente con el entrenamiento que recibieron", dijo el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan.

08 de Diciembre de 2005 | 20:30 | Ansa
WASHINGTON.- La Casa Blanca justificó hoy a los agentes federales que el miércoles mataron en el aeropuerto de Miami a un pasajero que, presuntamente en medio de un ataque de nervios, amenazó con hacer estallar una bomba y al que sus familiares describieron como "un estadounidense orgulloso".

"Por lo que sabemos, el equipo de alguaciles aéreos actuó de manera coherente con el entrenamiento que recibieron", dijo el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan.

Cuando se le señaló que varios testigos aseguran haber escuchado a la esposa del pasajero, Rigoberto Alpizar, que advertía a los gritos que su esposo padecía una enfermedad mental, McClellan remarcó que se inició una investigación para aclarar el episodio.

"Nadie quiere una situación así, pero si se miran los hechos tal como los conocemos hasta ahora, creo que podrán ver que (los alguaciles) siguieron el entrenamiento que recibieron", dijo el portavoz. McClellan dijo que el gobierno "aprecia lo que los alguaciles hacen, día y noche, para proteger a los estadounidenses".

Según la reconstrucción parcial de los hechos, Alpizar llegó al aeropuerto de Miami en un vuelo de la línea estadounidense American Airlines proveniente de Medellín, Colombia, y su destino final era Orlando, en el estado norteamericano de Florida. Según relataron vecinos, Alpizar venía de un viaje misional a Ecuador, pero sus familiares afirmaron que el matrimonio había estado en Perú.

Las versiones indican que en algún momento Alpizar habría tenido una discusión con su esposa, Anne, y habría salido corriendo por el pasillo del avión, empujando a las azafatas, antes del despegue hacia Orlando.

En algún momento de la carrera, entre el aparato y la terminal, mientras era seguido por su esposa y los agentes federales, habría introducido la mano en un bolso y asegurado que tenía una bomba. Los alguaciles, según los relatos, le advirtieron que debía detenerse, pero luego de varios intentos le dispararon hasta matarlo.

Ninguna bomba fue encontrada en el bolso de mano de Alpizar, ni tampoco en el equipaje de los demás pasajeros, quienes ebieron descender del avión con los brazos en alto.

Alpizar había nacido en Costa Rica y era un "estadounidense orgulloso" desde hacía siete años, afirmó su cuñada, Jeanne Jentsch, en una declaración leída a la prensa en Maitland, la localidad a unos diez kilómetros de Orlando donde vivía el pasajero abatido.

El tiroteo, el primero a bordo de un avión de línea norteamericano desde los atentados del 11 de setiembre de 2001, fue hoy uno de los temas centrales de los comentarios radiales y televisivos en Estados Unidos.

La mayoría coincidió en señalar "dolor" por la muerte de Alpizar, pero al mismo tiempo "comprensión" por la decisión de los agentes, cuya presencia en los aviones estadounidenses -en el del miércoles entre Miami y Orlando viajaban dos- creció dramáticamente desde los atentados.

Según Jentsch, Alpizar era "un esposo, tío, hijo y amigo cariñoso y gentil", además de una persona "tranquila. Lo mismo dijeron varios de sus vecinos y amigos, entrevistados por las cadenas de televisión norteamericanas. "Es muy extraño que haya hecho algo semejante, uno nunca sabe cómo puede reaccionar la gente, pero él siempre me pareció muy normal", dijo Charles Baez, quien fue su jefe en una pinturería local.