RIO CLARO DE GOLFITO.- Los familiares del ciudadano de origen costarricense Rigoberto Alpízar, asesinado a balazos el miércoles en el aeropuerto de Miami al parecer por decir que portaba una bomba, no descartan pedir explicaciones por lo sucedido ese día.
"Yo no termino de entender por qué las autoridades norteamericanas mataron a mi hijo de esa forma, él no era ningún terrorista", dijo el viernes muy conmovido Carlos Alpízar, padre de Rigoberto.
Recordó que "Rigoberto amaba sobre todas las cosas a su segundo país... y mire, lo mataron como a un perro", lamentó el anciano de 72 años en declaraciones el viernes a la AP.
En su casa, ubicada en Río Claro de Golfito, a unos 295 kilómetros al sur de la capital y cerca de la frontera con Panamá, la familia Alpízar sigue sin entender qué pasó. "Sólo la esposa (Anne Buechner), sabe, que estuvo ahí", dijo el padre.
Aunque el hermano de la víctima, Rolando Alpízar, explicó que ahora lo que desean es "dar santa sepultura a Rigoberto" y que esperarán conocer la investigación que imaginan "está haciendo la policía en Estados Unidos", su otro hermano, Carlos, dijo no comprender por qué mataron a Rigoberto.
"El gobierno de Estados Unidos quiere justificar lo injustificable... yo pongo en duda la actuación de las autoridades, dicen que portaba una bomba pero la esposa y Rigoberto ya habían pasado la zona de seguridad, fueron chequeados con cuidado y aún así lo mataron", agregó.
Señaló que "si las autoridades estadounidenses son entrenadas en este tipo de situaciones, por qué no le dispararon a las piernas, en vez de matarlo".
Carlos manifestó que el cuerpo se encuentra en la morgue federal de Miami, donde permanecerá por unos tres días para luego ser repatriado a Costa Rica el lunes o martes.
"Cuando mi hermano estaba en vida nos dijo que en caso que falleciera lo sepultáramos en el cementerio de Cariari, deseaba que lo enterráramos muy cerca de donde están los restos de mi mamá, Francisca Medina, fallecida hace 11 años", apuntó.
Reconoció que la esposa, Anne, habló con ellos y les expresó que quería sepultarlo en Orlando pero dijo que "comprendía que nosotros teníamos más derecho a hacerlo aquí, en nuestro país".
El sepelio se realizará en el cementerio de Cariari de Pococí, a unos 70 kilómetros al noreste de la capital y cerca de la costa caribeña.
Rigoberto Alpízar, de 44 años, nacionalizado estadounidense y radicado en esa nación por casi 20 años, retornaba de un viaje por Sudamérica junto a su esposa. Por razones desconocidas perdió el control y desoyó las advertencias de las autoridades, quienes le dispararon.
La esposa habría tratado de advertir que Alpízar padece un trastorno bipolar y no había tomado sus medicamentos.
