 Evo Morales candidato a la presidencia del Movimiento al Socialismo (MAS). |
LA PAZ.- Los bolivianos esperaban con tranquilidad hoy, sábado, las elecciones más polarizadas desde el retorno de la democracia en 1982, existiendo calma en el país, según informes del gobierno y de los observadores internacionales.
En ese clima, el candidato favorito en las encuestas para los comicios del domingo, el líder indígena izquierdista Evo Morales, de 46 años, viajó al Chapare, en el centro del país, desde donde saltó en la década pasada a la política como líder de los cultivadores de coca.
En tanto, su principal rival, el ex presidente conservador Jorge Quiroga (2001-2002), de 45 años, escaló una montaña nevada en las afueras de La Paz para plantar una bandera boliviana.
Morales plantea la nacionalización de los hidrocarburos, especialmente del gas natural, para que el estado tome control de ellos, pero sin expropiar los bienes de las petroleras.
Por su parte, Quiroga propone "nacionalizar los beneficios del gas" para promover planes de lucha contra la pobreza.
El presidente Eduardo Rodríguez, dijo a la prensa internacional que las elecciones, adelantadas en un año y medio ante una crisis institucional que obligó a la renuncia de dos mandatarios desde 2003, demuestran la vocación democrática de los bolivianos. "Lo que está en juego, primero, es el sistema democrático que lo hemos sabido preservar y mañana queremos renovar a través de una elección libre de presidente, vicepresidente, parlamentarios y prefectos (gobernadores)", dijo Rodríguez.
 El candidato por Poder Democrático Social (PODEMOS), Jorge "Tuto" Quiroga. |
Todo listo para votar
En tanto, la Corte Nacional Electoral (CNE) informó que todo está preparado para los comicios de domingo, para los que están inscritos 3,6 millones de bolivianos. El vocal de la CNE, Salvador Romero, señaló que cerca de 50.000 policías y soldados custodiarán en todo el territorio nacional las mesas de sufragio.
En los comicios, los electores deben votar por un nuevo presidente, vicepresidente, 130 diputados, 27 senadores, el total de ambas cámaras, y nueve prefectos (gobernadores) departamentales, esto último por primera vez en la historia boliviana.
El nuevo mandatario, según los sondeos, saldrá de una segunda vuelta en el Congreso, pues ni Morales, que tiene cerca del 35% de apoyo en las encuestas, ni Quiroga, alrededor de seis puntos más abajo, obtendrán la mayoría absoluta. La transmisión del mando está prevista para el 22 de enero.
Quienes aparecen en tercer y cuarto lugar, Samuel Doria Medina y Michiaki Nagatani, posiblemente cobrarán protagonismo si la elección se define en el Congreso, pues presumiblemente serán importantes los votos de sus bancadas en esa instancia. De todos modos, el total de candidatos presidenciales asciende a ocho.
La tensión de la campaña obligó a la llegada de 250 observadores de la OEA, la ONU, el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones, la UE, y de varios países amigos. El jefe de observadores de la OEA, el colombiano Horacio Serpa, aludió al clima de paz que se observa en Bolivia. "Deseo ratificar que vemos con optimismo la forma como el pueblo, las organizaciones políticas, los candidatos, las autoridades han encarado el proceso eleccionario", dijo en rueda de prensa.
En su campaña, Morales enarboló un discurso antineoliberal, de cambio social, se negó a participar en debates e insistió en la nacionalización de los hidrocarburos. Quiroga, por su parte, se ha presentado como el candidato capaz de devolverle tranquilidad al país, y mantener y abrir mercados externos, especialmente el estadounidense, para los productos bolivianos.
Al margen de los observadores internacionales, la Corte Nacional Electoral (CNE) desplegará a 2.500 "observadores ciudadanos" que tendrán la misión de vigilar la transparencia y la legalidad en los comicios.