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México: Liberan a periodista acusada de difamar a empresario

Lydia Cacho, que preside la ONG Centro Integral de Atención a Mujeres (CIAM), denunció casos de pederastia en el balneario de Cancún, en el Caribe mexicano.

17 de Diciembre de 2005 | 20:53 | Ansa
MEXICO.- La periodista mexicana Lydia Cacho, autora del libro de denuncia "Los demonios del Edén: el poder detrás de la pornografía", fue liberada hoy bajo fianza en la ciudad de Puebla, centro de México, tras 30 horas de arresto.

Cacho fue arrestada tras una demanda por supuesta difamación presentada por un empresario. "Estoy convencida de que lo que me ocurrió fue un ataque a la libertad de expresión", dijo la periodista al ser liberada. La mujer, que preside la ONG Centro Integral de Atención a Mujeres (CIAM), denunció casos de pederastia en el balneario de Cancún, en el Caribe mexicano.

La liberación se concretó tras el pago de una fianza de 70.000 pesos (6.425 dólares).

El exitoso empresario textil Camil Nacif, quien Cacho menciona en su libro relacionándolo con el pederasta Succar Kuri, encarcelado en Arizona, presentó la demanda por supuesta difamación contra la autora. Luego, un juez de Puela ordenó el arresto de la periodista por no presentarse ante los citatorios que se le hicieron.

"Yo no ataco ni involucro a ningún empresario, yo lo que hago es un trabajo periodístico serio y profesional, basado en documentos existentes, oficiales, cito a colegas investigadores que ya habían publicado datos precisos sobre este señor (Nacif)", dijo Cacho, quien por la publicación de su libro y su trabajo en defensa de los derechos humanos ha recibido varias amenazas de muerte. Aseguró también que durante las horas que permaneció bajo arresto le fueron violentados varios de sus derechos.

"Yo no escribí un libro para dar mi opinión personal, todas mis fuentes son fidedignas, las que por supuesto nunca pondré en peligro. El libro es una investigación basada en opiniones de expertos y personas que estuvieron presentes en todos estos actos delictivos de pornografía y pederastia cometidos en el balneario de Cancún", dijo.

La activista también se quejó del "desplegado de poder que hicieron las autoridades para irme a recoger al estado de Quintana Roo, como si fuera yo narcotraficante y traerme en carretera durante 30 horas con una sola comida es desde mi punto de vista presión psicológica y una de las formas de tortura que existen en nuestro país", agregó.