VILLA TUNARI, Bolivia.- El líder indio y favorito a ganar las elecciones bolivianas, Evo Morales, practicó anoche deporte y compartió las horas previas a la votación con los habitantes del Chapare, su "cuartel general".
Jugando paleta (frontón) con sus allegados de la localidad de Sinahota, en una cancha iluminada por los faros de su propio vehículo ante la falta de electricidad, Morales se relajó completamente golpeando la pelota tras la tensión de su campaña.
En ésta, que es una de sus disciplinas deportivas favoritas, el dirigente sindical mostró destreza y fuerza durante más de dos horas de juego ante medio centenar de espectadores.
En la escuela del pequeño pueblo Villa 14 de Septiembre, situado en el corazón de la región cocalera del Chapare, Morales será el primero en sufragar hoy sobre las 08:00 hora local, cuando se abra su recinto electoral para después visitar en lugares aledaños a los productores de hoja de coca.
Villa 14 de Septiembre es un pueblo del municipio de Villa Tunari, con más de un millar de habitantes que se dedican al comercio de productos agrícolas y la pesca, gracias a los ríos que bañan esta cálida región, cuyas temperaturas no bajan de los 30 grados centígrados.
Hasta allí llegó el sábado Evo Morales, junto a una caravana formada por unos 70 periodistas, que hoy deberán guardar cierto orden alrededor de la mesa de votación asignada al líder sindical para evitar el caos.
Los reporteros compartieron un almuerzo, un menú de trucha, con el dirigente campesino en un restaurante campestre situado a medio camino entre Cochabamba y Villa Tunari.
Morales confiado
Morales es el favorito a ganar las elecciones generales en Bolivia, aunque con una relativa ventaja sobre el conservador Jorge "Tuto" Quiroga.
El líder aimará está más confiado en el triunfo tras el cierre de campaña al que asistieron el jueves unas 45.000 personas, la mayoría pertenecientes a los sindicatos del Chapare, su "cuartel general" y cuyas bases colmaron el foro del estado Félix Capriles de Cochabamba.
En un hotel de Villa Tunari, situado a 180 kilómetros de esa ciudad boliviana, durmió hoy Morales tras su partido de pelota.
La noche hubiera transcurrido casi en serenidad en este remoto pueblo levantado al borde del camino entre Cochabamba y Santa Cruz, donde habitan unas 2.500 personas, si no fuera por la gran cantidad de periodistas llegados para conocer el bastión de Morales.
La prensa inundó los pocos cibercafés y hoteles de la paradisíaca localidad, que se promociona como un centro "etnoecoturístico", en medio de la selva tropical.
Después de votar, Morales se dirigirá a la pista aérea de Chimore, cerca de un cuartel de policía antidroga, y luego viajará a La Paz para acompañar a su candidato a la Prefectura o Gobernación, Manuel Morales, antes de retornar a Cochabamba por la noche.
El dirigente campesino mantiene su fe en ganar las elecciones con el 50 por ciento más uno de los votos para evitar que sea el Congreso el que defina quien será el presidente de la nación andina, en un nuevo escenario de pactos parlamentarios.
"Personalmente estoy confiado en el pueblo boliviano, en ese voto digno y honesto, que quiere cambio; queremos evitar cualquier negocio del voto del pueblo en el Congreso y por los jefes de los partidos políticos", dijo Morales a los periodistas.
El resultado de la votación y la próxima estrategia política del líder será evaluada este domingo por la noche, en Cochabamba, junto con los dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS), su formación política.
Allí mismo, tres días después, convocará en asamblea a los dirigentes de los movimientos sociales bolivianos, los que le han catapultado hacia la candidatura presidencial de Bolivia.
