CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI reiteró hoy que ninguna forma de relación puede ser equiparada al matrimonio formado por un hombre y una mujer y pidió que esta institución familiar sea ayudada para que pueda continuar con su crucial función educativa de los jóvenes.
El nuevo llamamiento en favor del matrimonio tradicional lo hizo el Pontífice en el discurso que dirigió hoy al nuevo embajador de Francia ante la Santa Sede, Bernard Kessedjian, que presentó sus cartas credenciales.
"Ningún otra forma de relación puede ser comparada a la institución conyugal y familiar. Ella es, efectivamente, el fundamento de la vida social y tiene un papel insustituible en la educación de los jóvenes", afirmó el Papa, que consideró hay que prestar "una atención" especial a la familia.
Benedicto XVI precisó que la familia tiene que ser ayuda para que no disminuya su labor educativa "y los jóvenes no sean abandonados a su suerte".
El Obispo de Roma señaló que la familia "uniendo autoridad y apoyo afectivo" transmite a los jóvenes los valores indispensables a su maduración personal y el sentido del bien común.
