BRASILIA.- El presidente Luiz Inacio Lula da Silva se propone invitar al virtual presidente electo boliviano Evo Morales a Brasil y reiterarle que la cooperación mutua es el "camino natural" para una intensificación de las relaciones bilaterales, informó el lunes la cancillería.
Un comunicado de nueve líneas difundido por el ministerio de relaciones exteriores en su página de internet, anunció que "en las próximas horas" Lula se disponía a hablar con el líder boliviano "para felicitarlo, desearle éxito y reafirmar la disposición de Brasil de intensificar aún más las relaciones con Bolivia, en pro del desarrollo económico y social de ambos países".
En la conversación por teléfono "el presidente Lula enfatizará lo que dijo anteriormente a Evo Morales: la cooperación es el camino natural para profundizar nuestro diálogo político, ampliar nuestros acuerdos económicos y construir un Mercosur y una Comunidad Sudamericana de Naciones prósperos y justos".
La nota no informó si la conversación se había llevado a cabo durante la jornada.
Además, el texto divulgado el lunes por noche dijo que Lula había abierto su reunión del consejo de ministros "manifestando su regocijo" por el triunfo de Morales y que había expresado su satisfacción por el desarrollo "transparente y pacífico" de la elección, lo que demuestra "de manera inequívoca, la madurez democrática e institucional de Bolivia".
Finaliza diciendo que Lula invitará a Morales a visitar Brasil "en fecha a ser definida oportunamente".
Si la victoria de Morales es confirmada, tomaría posesión a mediados de enero.
Morales ha dicho reiteradamente que considera a Lula como un "hermano mayor" pero sus declaraciones sobre su propósito de nacionalizar la industria petrolífera han sido recibidas con preocupación.
La empresa petrolera brasileña Petrobras ha invertido alrededor de 1.500 millones de dólares al amparo de una ley petrolera que fue recientemente modificada. Esas inversiones dieron lugar a acuerdos para suministro de gas a Brasil hasta 2019.
En una reciente declaración, el consejero presidencial para asuntos internacionales, Marco Aurelio García, dijo que "nadie va a echar dinero por la ventana", al referirse a las voluminosas inversiones de Petrobras en Bolivia.
A raíz de los sucesos políticos de mediados de año, que desembocaron en la caída del entonces presidente Carlos Mesa y en la designación del actual Eduardo Rodríguez, Petrobras congeló inversiones en el vecino país por unos 3.000 millones de dólares.
Esas inversiones incluían la construción de un polo petroquímico fronterizo y ampliación de las compras de gas natural.
