CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI realizó una emocionante oración "por la paz en Tierra Santa" durante la misa de Nochebuena, la primera de su Pontificado, seguida por miles de católicos tanto dentro de la basílica de San Pedro de Roma como fuera, en la Plaza del mismo nombre.
"En esta noche en la que miramos hacia Belén, queremos rezar de forma especial por el lugar del nacimiento de nuestro Redentor y por los hombres que allí viven y sufren", dijo el Papa en su homilía de la celebración que tuvo lugar en la basílica de San Pedro del Vaticano en la noche del sábado al domingo.
"Queremos rezar por la paz en Tierra Santa", precisó el Pontífice, que sucedió al polaco Juan Pablo II, el 19 de abril.
Para los cristianos de todas las confesiones, la Navidad conmemora el nacimiento de Cristo, Dios hecho hombre, en un pesebre en Belén, la ciudad palestina cercana a Jerusalén.
"Mira, Señor, esta región de la tierra que, siendo tu patria, te es tan querida", oró el pontífice.
"Haz que tu paz brille allí; haz que tu paz sea una realidad allí", añadió.
Misa del Gallo
Benedicto XVI pronunciaba su homilía en la basílica vaticana cuando aún no había concluido la "Misa del Gallo" celebrada en la catedral de la Natividad de Belén por el Patriarca latino de Jerusalén, Michel Sabbah, en presencia de Mahmoud Abbas, el presidente musulmán de la Autoridad palestina.
Durante su homilía, Sabbah lanzó un fuerte llamamiento a los jefes políticos palestinos e israelíes para ser "constructores de la vida, no de la muerte".
La misa es transmitida en directo por los canales televisivos de 47 países, incluida Italia. En otros 39 estados los canales televisivos compraron los derechos para su difusión en diferido.
El Papa alemán celebró la eucaristía con una treintena de cardinales, ante los diplomáticos acreditados en el Vaticano y las personalidades de la política italiana que lograron estar sentados entre las 9.000 personas que puede contener la Basílica de San Pedro.
Benedicto XVI, de 78 años y que apareció con rostro cansado tras su elección, pidió a los fieles que no permitan que "la llama de luz" de Navidad "sea apagada por los corazones fríos de nuestra época".
El Pontífice aseguró que la luz de Dios resplandece "en cada niño, incluso en aquellos que aún no nacieron".
"Sobre cada niño resplandece algo (...) de la proximidad de Dios, que debemos amar y ante la que nos tenemos que someter, incluso si ese niño aún no nació", afirmó Benedicto XVI.
El Pontífice alemán, como su antecesor, Juan Pablo II, da gran importancia a la "defensa de la vida desde la concepción a la muerte natural", un principio sobre el que la Iglesia católica funda su condena del aborto.
Durante la misa, doce niños procedentes de los cinco continentes y vestidos con los trajes tradicionales de algún país de los mismos, depositaron flores a los pies de una figura del Niño Jesús, mientras cantaba el coro de San Pedro.
Antes de la celebración, Benedicto XVI apareció en la ventana de su despacho del Vaticano para encender un "cirio de Navidad" que simboliza la paz traída al mundo por el nacimiento de Cristo y saludar a los fieles reunidos en la plaza de San Pedro.
Los miles de files presentes en la plaza de San Pedro pudieron seguir a través de las pantallas gigantes la celebración de la Navidad en Belén.
El Papa tiene previsto ofrecer al mediodía de hoy la tradicional bendición "Urbi et Orbi" desde el balcón de la basílica de San Pedro.
Se desconoce por el momento si Benedicto XVI seguirá la tradición impuesta por Juan Pablo II de pronunciar su bendición en unos 60 idiomas.
