SAO PAULO.- Una multitud de presos amotinados y armados con cuchillos de fabricación casera retenía el lunes a más de 200 personas como rehenes en un centro penitenciario ubicado en el estado de Rondonia, enclavado en la selva del Amazonas.
El motín comenzó la tarde del domingo, durante las horas de visita, en la prisión estatal Urso Branco, ubicada en Porto Velho, la capital del estado, unos 2.500 kilómetros al noroeste de Sao Paulo.
"En total, 207 personas —190 mujeres y 17 hombres— son retenidas como rehenes", dijo Renato Eduardo de Souza, jefe del departamento estatal de seguridad pública, entrevistado por teléfono. "Todos ellos son parientes de los reos".
La fuente añadió que los presos informaron a la prensa y a un grupo de abogados que al menos 10 reos fueron muertos durante el motín, "pero hasta ahora, no hemos visto los cadáveres".
Los presos añadieron que no liberarán a los rehenes sino hasta que regrese su compañero Edinildo Paula de Souza, considerado líder de los internos, quien fue transferido a otra cárcel hace aproximadamente un mes.
"Accedimos a que Edinildo regrese tan pronto como los rehenes sean liberados, y después de que realicemos una búsqueda detallada de armas y drogas", dijo De Souza. "Pero ellos se negaron y exigieron que Edinildo vuelva primero. Esperamos que los negociadores puedan romper el estancamiento".
De Souza informó que la mayoría de los aproximadamente 1.200 presos en Urso Branco participó en el motín. La prisión fue construida para albergar a unos 350 presos.
"Por ahora, no pensamos irrumpir en la prisión", dijo la fuente, quien añadió que unos 150 policías armados han rodeado el centro carcelario. "Hemos cortado el suministro de agua, electricidad y comida, a fin de desgastarlos".
En abril del 2004, la prisión de Urso Branco fue sede de un levantamiento de cinco días, el cual dejó 14 muertos —muchos asesinados a golpes y lanzados desde el tejado de la cárcel—.
Durante los cinco días, los prisioneros retuvieron como rehenes a unos 170 familiares, en su mayoría mujeres.