VIENA.- Austria se consagrará a partir del próximo domingo 1 de enero, cuando asuma la presidencia semestral de la Unión Europea (UE), a los temas prioritarios de la Constitución, la ampliación y el presupuesto, con el claro objetivo de devolver la "confianza y el dinamismo" a los 25 Estados miembros.
Seis años después de haber sido sancionada en el 2000 por los otros 14 miembros de la UE en esa época -por haber admitido en su gobierno a un partido de ultraderecha- el canciller conservador austriaco Wolfgang Schussel indicó que su prioridad será revitalizar al bloque.
Para ello lanzará "nuevas propuestas para la Constitución Europea", que Holanda y Francia rechazaron, declaró Schussel.
El Parlamento austriaco ratificó la Carta Magna en mayo casi por unanimidad.
"Para volver a la Europa visionaria hay que imaginar una coreografía de 25 (para el tratado constitucional) de manera que se pueda abordar con confianza y dinamismo la 'pausa de reflexión' decidida por el Consejo Europeo en junio de 2005", declaró por su parte la ministra de Relaciones Exteriores, Ursula Plassnik.
"Pero no cuento con una pócima mágica", advirtió.
Esta "pausa de reflexión", decidida tras los rechazos de Francia y Holanda, debe permitir un profundo debate sobre el futuro de la Unión antes de que el Consejo Europeo aborde en 2006 la reactivación de las instituciones.
Los 25 Estados miembros deberán entonces poner fin al proceso de ratificación del Tratado y decidir posteriormente si quieren poner en marcha algunas de sus disposiciones.
Más allá de los mecanismos institucionales se tratará de definir un "modelo de vida europeo" que garantice crecimiento y empleo -dichos temas figuran en el programa del Consejo europeo de marzo- así como también la protección del medio ambiente y el lugar que ocupa Europa en el mundo, precisó la jefa de la diplomacia austriaca.
Para ello, Austria afirmó que intentará sobre todo hacer avanzar la directiva europea llamada "Bolkestein" sobre la liberalización de servicios y la del tiempo de trabajo.
La ampliación será la otra prioridad de la República alpina que, gracias a su posición intermedia entre el Oeste y el Este de Europa, buscará estabilizar a los Balcanes en nombre del "proyecto de paz europeo", añadió Ursula Plassnik, quien se ha implicado personalmente en la apertura de negociaciones de adhesión con Croacia.
Austria también deberá pilotar el ingreso, previsto para 2007, de Bulgaria y Rumania en la Unión.
La presidencia austriaca tendrá igualmente que buscar un compromiso institucional con la Comisión y el Parlamento sobre el presupuesto comunitario 2007-2013, tras el acuerdo logrado en el Consejo europeo el 17 de diciembre.
Favorable a la creación de un impuesto europeo para financiar el presupuesto comunitario, el canciller Schussel ha llamado a "cambios radicales" en el financiamiento de la Unión, y desea proponer a los otros países miembros llevar al 3% de su Producto Interno Bruto los créditos destinados a las investigaciones científicas.
Por último Austria abogará por la creación en Viena de una Agencia europea de Derechos Humanos.
Austria, que ingresó a la Unión Europea en 1995, ejerció ya la presidencia en el segundo semestre de 1998.
De junio a diciembre de 2006 será Finlandia la encargada de presidir la UE.
