CARACAS.- El presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó este sábado estar preocupado por el informe de la Conferencia Episcopal que critica su gobierno y reiteró su oferta de diálogo a los jerarcas de la iglesia católica.
"Que salga un informe lleno de mentiras de los partidos de oposición, eso no me preocupa, pero que los obispos se reúnan una semana y saquen un informe, verdad que eso preocupa porque son los obispos", dijo Chávez durante un acto la noche del sábado.
El mandatario se defendió por segundo día consecutivo de las críticas efectuadas por la iglesia católica.
El informe fue divulgado el jueves al final de la 85 asamblea de la Conferencia Episcopal y destaca también la preocupación de la iglesia por "la incertidumbre de su destino democrático (de Venezuela) por los problemas políticos".
También la Iglesia criticó "la profunda corrupción", las "dispendiosas solidaridades" a países foráneos del gobierno, "el deterioro de las instituciones" y "la disminución de la calidad de vida", entre otras.
Esta es "una de las democracias más sólidas que hay", replicó Chávez este sábado.
El mandatario también rechazó el señalamiento de la iglesia acerca de que la pobreza crece aceleradamente, en su discurso en un acto de creación de la nueva Misión o programa social "Negra Hipólita" para rescate de indigentes y más excluidos.
En su discurso la víspera dijo que la pobreza había bajado al 37% en 2005, frente el 47% de 2004.
Este sábado, monseñor Jorge Urosa, arzobispo de Caracas, dijo que la Conferencia hizo esa afirmación sobre la pobreza basándose en la impresión que tienen de la situación del país sin ver cifras, y pidió revisar la metodología para elaborar esos informes.
Chávez reiteró el llamado a conversar a los obispos: "Yo no quiero pelear con nadie", aseguró, refiriéndose particularmente a Urosa y el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Ubaldo Santana, "quienes son otro tipo de personas a los que estaban antes"; "ellos quieren dialogar".
Invitó a la Iglesia a formar una red de recolección de necesidades de las comunidades que pueda ser suministrada al gobierno.
La relaciones entre el gobierno de Chávez y la jerarquía de la iglesia católica han sido tensas desde que comenzó su gobierno en 1999, pero recientemente se han distendido, particularmente después de la designación de Urosa.
