BUENOS AIRES.- La comunidad internacional debe mantenerse junto a Haití tras las elecciones del próximo 7 de febrero, dijo hoy José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, tras una reunión en Buenos Aires donde se analizó el proceso de paz del país más pobre de las Américas.
Las elecciones presidenciales de Haití serán un paso clave para la normalización de un país que lleva más de 20 años sumido en la violencia y el caos, señalaron en una rueda de prensa diplomáticos de los países involucrados en la misión de paz que la ONU tiene en la nación caribeña.
Pero el futuro aún es incierto. "Soy optimista respecto de la elección (pero) si los países se van a retirar de da la elección, ciertamente no soy optimista", dijo el secretario general de la Organización de Estados Americanos.
La MINUSTAH, la fuerza de 9.000 hombres que la ONU tiene en el país caribeño, fue sacudida este mes cuando su comandante, el general brasileño Urano Bacellar, fue hallado muerto de un balazo en un hotel de Puerto Príncipe.
Brasil ratificó su intención de s la que participan también Guatemala, Ecuador, Perú, Chile, Uruguay y Argentina, en momentos en que la violencia crece en Haití a medida que se acercan las elecciones, dijo Juan Gabriel Valdés, jefe de la misión de la ONU.
El diplomático, quien al igual que Insulza es de origen chileno, subrayó las necesidades financieras de la campaña.
"No sacamos nada con que se gaste dinero en Haití si la gente de Haití no lo recibe (...) Uno de los problemas más serios que tenemos es que a veces hay más facilidad para desembolsar 80 millones de dólares para una carretera, que un millón de dólares para dar trabajo o agua potable", señaló.
Hasta el momento, los organismos multilaterales de crédito coordinados por el Banco Mundial enviaron algo más de 400 millones de dólares de los cerca de 1.400 millones que comprometieron en el 2004, según detalló el diplomático.
Pero los problemas estructurales de Haití atentan contra la posibilidad de hacer más fluida la financiación, dijo por su parte Insulza.
"Los fondos comprometidos son muchos más que los desembolsados debido a las carencias institucionales para recibirlos. Como no hay instituciones de la contraparte, los recursos no se canalizan, y como no se canalizan los recursos no se fortalecen las instituciones", explicó.