LONDRES.- Gran Bretaña rechazó planes para establecer las llamadas "zonas de tolerancia" o "barrios rojos" para ejercer libremente la prostitución, argumentando que un estudio hecho a nivel mundial determinó que no hay evidencia concreta que estas zonas brinden mayores medidas de protección para las mujeres.
En cambio, el gobierno anunció este martes que flexibilizará leyes que se aplican a los burdeles para que las prostitutas puedan trabajar juntas en los mismos establecimientos.
Sin embargo, una campaña internacional impulsada por un grupo de prostitutas afirmó que estas nuevas leyes no servirán para prevenir que las trabajadoras sexuales sufran violaciones y sean víctimas de actos violentos.
El gobierno ha estado considerando permitir zonas especiales, medida que supondría la mayor conmoción generada en los últimos 50 años en relación a leyes británicas que regulan la prostitución en este país.
"Rechazamos esta opción porque si se observan los ejemplos del exterior, donde hay zonas controladas, parece ser que no han podido reducir los índices de criminalidad", informó el martes a la prensa Fiona MacTaggart, titular del Ministerio del Interior.
"Al parecer no se redujo la explotación de mujeres, víctimas usualmente de asociaciones criminales y hombres muy peligrosos", dijo.
La campaña británica difundida por el grupo Colectivo Internacional de Prostitutas ha instado al gobierno a despenalizar la profesión más antigua del mundo y el ex secretario de Interior David Blunkett publicó planes en 2004 para cambiar la ley.
En Gran Bretaña, alrededor de 80.000 mujeres trabajan como prostitutas, y más de la mitad de ellas tienen menos de 25 años, según estimaciones del Ministerio del Interior.