JERUSALÉN.- La posibilidad de que el movimiento islámico de resistencia Hamas logre escaños en el Parlamento palestino en las elecciones del 25 de enero provoca miedo en Israel y la comunidad internacional, quienes advirtieron que su victoria podría bloquear cualquier iniciativa de paz.
Hamas, considerado un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, se presenta por primera vez a unos comicios y según las intenciones de voto, quedará segundo, muy cerca de Al Fatah, partido en el poder que ejerce una hegemonía total en el Parlamento.
El movimiento, que predica la destrucción de Israel y no reconoce los acuerdos de Oslo de 1993 que dieron lugar a la Autoridad Palestina, se presenta bajo el nombre de "Cambio y reforma" y desea ser una alternativa a Al Fatah, que en años de negociación no ha conseguido mejorar la vida del pueblo palestino.
Los portavoces del movimiento aseguran que su entrada al Parlamento pondrá fin a los males internos que impiden el avance de la sociedad palestina como la corrupción en el gobierno, la anarquía en cuestiones de seguridad y el monopolio de Al Fatah a la hora de tomar decisiones.
Además, en su campaña, el movimiento ha optado por un doble discurso: el mismo tono duro y radical de siempre para los palestinos y una versión más suavizada de cara al exterior.
"¿Se puede imaginar un país de Europa o Estados Unidos que permita que un grupo terrorista participe en sus elecciones?", se preguntó la nueva ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni.
En los últimos días, los responsables de Hamas han declarado que no descartan negociar con Israel, aunque no está claro cómo esta postura podría reconciliarse con la lucha armada.
Numerosos expertos israelíes explicaron que podría haber una versión 'light' de Hamas presente en el Parlamento y con una orientación social, y un Hamas duro que no renunciará a sus principios fundamentales.
Hasta ahora, la comunidad internacional ha preferido optar por la prudencia y ha considerado que todas las fuerzas políticas palestinas deben participar en las elecciones, confiando en que los ciudadanos sabrán elegir a aquellos que sean más democráticos y luchen por la paz.
"Respetaremos el resultado de las elecciones democráticas palestinas pero la victoria de Hamas nos haría reflexionar a todos y probablemente tendría una influencia negativa del proceso de paz", subrayó el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, esta semana en Ramallá.
Solana: Será muy difícil financiar a un grupo como Hamas
En diciembre, durante una visita a la región, el Alto Representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Javier Solana, dio a entender que la UE revisaría sus ayudas económicas a los palestinos en caso de una victoria de Hamas.
"Será muy difícil financiar a un grupo que se encuentra en la lista de las organizaciones terroristas", declaró Solana.
El aumento de la popularidad de Hamas coincide con las declaraciones del Primer Ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, quien afirmó que estaba dispuesto a negociar con los palestinos pero siempre y cuando sus responsables desarmaran a los grupos radicales.
"Para Israel, Hamas debe ser desarmado, esté o no presente en el Parlamento o en el gobierno", aseguró Olmert.
Además, en una conversación telefónica con el Mandatario estadounidense, George W. Bush, el Primer Ministro en funciones garantizó que si Hamas entraba a formar parte del gobierno palestino, no habrá ningún avance en las conversaciones de paz.
Bush concordó y garantizó que "no se podía hacer la diferencia entre diferentes tipos de terrorismo ni tampoco firmar una paz con grupos terroristas".