
SYDNEY.- Decenas de incendios seguían arrasando hoy el sudeste de Australia, después de haber calcinado unas 150.000 hectáreas y causado dos muertes, según las autoridades locales.
Una decena de ciudades del Estado de Victoria se hallaban en máxima alerta después de que el fuego destruyera 27 viviendas y provocara la muerte a millares de animales de granja.
El incendio más importante se sitúa en la zona del Parque Nacional de Grampians, en el oeste de Victoria.
Un hombre de 36 años y su hijo de 12 murieron presas de las llamas tras sufrir un accidente de tráfico cuando se dirigían al domicilio de un pariente con la esperanza de ayudarlo.
El incendio de Grampians afectó a 67 granjas de la región, donde murieron unos 60.000 corderos, así como 500 cabezas de ganado y caballos, indicaron los equipos de rescate.
Numerosos residentes fueron evacuados y se emitieron consignas de vigilancia sobre un eventual aumento de la intensidad del fuego debido al fuerte viento a quienes no no abandonaron sus domicilios.
Unos 700 bomberos, apoyados desde el aire por 14 aviones y helicópteros, trabajaban en la lucha contra los incendios.
Un portavoz de los bomberos, Graham Fountain, dijo el intenso calor y los fuertes vientos avivaban las llamas y que otras ciudades al nordeste de Melbourne estaban amenazadas.
Los servicios meteorológicos esperaban sin embargo temperaturas más bajas y un debilitamiento de los vientos para el final de la jornada del jueves.