LIMA.- Uno de los cinco trabajadores involucrados en la rotura accidental de un trozo de roca del Intihuatana, reloj solar incaico en la cima de la ciudadela Machu Picchu, fue liberado a pedido de un funcionario ante un Tribunal de Cusco.
Según versiones periodísticas divulgadas el sábado, Walter Espinoza salió en libertad del penal de Qencoro, Cuzco, 570 kilómetros al sudeste de Lima, después que el Defensor del Pueblo de Cusco, Silvio Campana, argumentó y probó ante un Tribunal Superior de esa ciudad que el Intihuatana fue dañado casual y no intencionalmente.
Un juez de Urubamba, en cuya jurisdicción se halla Machu Picchu, condenó a Espinoza a seis años de prisión en junio del 2005, pena que vencía en el 2011. Campana consideró excesiva la pena y recurrió ante un Tribunal Superior cusqueño, exigiendo la nulidad de la misma, lo cual acogió el tribunal que ordenó la libertad de Espinoza.
El trozo de roca de una arista del Intihuatana se rompió cuando el brazo mecánico de una grúa manipulada por Espinoza cayó accidentalmente sobre la misma, en momentos en que se grababa en vídeo un comercial de una cervecería peruana.
Según las versiones, se desconoce el paradero de los otros cuatro inculpados —Cecilia Castillo, Héctor Sayán, Gustavo Villalobos y Oscar Romero—, por lo que el Tribunal Superior no les puede leer su respectiva sentencia, que no ha sido divulgada.
El Intihuatana de Machu Picchu era el reloj solar de los incas que poblaron el Perú hace más de 500 años y que, según historiadores, era usado por los astrónomos de entonces para predecir los solsticios, lo cual era vital para la agricultura.
La mitología, según historiadores, convirtió al Intihuatana en el lugar más importante de la ciudadela Machu Picchu.
