 Boris Yeltsin. |
MOSCÚ.- El primer Presidente de la historia de Rusia, Boris Yeltsin, celebra hoy su 75 cumpleaños en el Kremlin en compañía de su sucesor, Vladimir Putin, el ex Mandatario de Estados Unidos, Bill Clinton, y el ex canciller alemán, Helmut Kohl.
El banquete, al que han sido invitadas 250 personas y que estará precedido por un concierto de cámara, tiene lugar en la Sala de San Jorge del Kremlin, a propuesta del actual Presidente ruso.
"En gran medida, gracias a usted y a su fructífera actividad se lograron grandes éxitos en el advenimiento de un Estado de Derecho, una sociedad civil y la recuperación de los valores espirituales y morales en Rusia", manifestó Putin en sus felicitaciones a Yeltsin.
A la cena también asistirán los presidentes bielorruso, Alexandr Lukashenko; kazajo, Nursultán Nazarbáyev; el ex Jefe de Estado de Ucrania, Leonid Kuchma, y el ex Mandatario kirguís, Askar Akáyev, entre otros.
También estará presente la esposa de Yeltsin, Naína, sus dos hijas, seis nietos y dos bisnietos; además de los presidentes de la Duma, Boris Grizlov, y del Senado, Serguéi Mironov, y varios ex primeros ministros rusos.
Yeltsin, Presidente ruso desde 1991 y el primer dirigente democráticamente elegido en la historia de Rusia, dimitió el 31 de diciembre de 1999 por "razones de salud".
"Estoy contento por haber elegido a Vladimir Putin como mi sucesor. Fue la decisión correcta. Sabía que una Rusia que cambiaba a gran velocidad necesitaba un presidente joven", dijo.
Por su parte, Putin alabó ayer en su conferencia de prensa anual la figura de Yelstin, como el dirigente que había dado "lo más importante para el pueblo ruso, la libertad".
En los últimos años Yeltsin ha sido sometido a dos operaciones quirúrgicas y en la actualidad, disfruta de un excelente estado de salud.
Yeltsin protagonizó esta semana una agria polémica con el último Presidente de la Unión Soviética, Mijaíl Gorbachov, al que acusó de estar al tanto del golpe de estado pronunciado en agosto de 1991.
Gorbachov negó las acusaciones y replicó que Yeltsin intenta maquillar su papel y disminuir su responsabilidad en la traumática desaparición de la Unión Soviética (1991).
Según una encuesta del Centro Levada, un 70% de los rusos desaprueba la presidencia de Yeltsin y un 13% la valora.
Además, un 49% considera que el ex Mandatario debe ser llevado ante la justicia por los abusos cometidos durante los años que estuvo al frente del Kremlin.