JERUSALÉN.- La invitación del Presidente ruso, Vladimir Putin, a los dirigentes del movimiento islamista Hamas para que viajen a Moscú, es una verdadera "puñalada en la espalda" para Israel, estimó hoy el ministro israelí de Educación, Meir Sheetrit.
"Esta iniciativa es una verdadera puñalada en la espalda (...), pues está destinada a dar una legitimidad internacional a un grupo terrorista y nosotros debemos oponernos por todos los medios", declaró el ministro a la radio pública.
"¿Qué diría Moscú si como réplica invitáramos a los representantes de los chechenos" a Jerusalén?, agregó el ministro.
"Rusia, que impide la celebración de elecciones libres en Chechenia, no puede darnos lecciones de moral sobre la legitimidad adquirida por el Hamas al término de una elección", agregó.
"Putin juega con fuego", dijo por su parte el ministro de Vivienda, Zeev Boim, quien en una declaración a la prensa consideró "muy preocupante" la posición de Rusia.
Malestar
El jueves, un alto responsable israelí ya había manifestado el gran malestar que reina en Israel al respecto.
"Cuando los chechenos cometen un atentado en Moscú, Rusia considera que se trata de un acto terrorista, pero ya no es el caso cuando eso se produce en Jerusalén", había declarado ese alto funcionario, refiriéndose a las decenas de atentados suicidas cometidos en diez años por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Durante su visita a Madrid, Putin anunció el jueves que iba a "invitar próximamente a los dirigentes del Hamas a Moscú" para buscar una salida al conflicto israelo-palestino.
El partido islamista palestino recibió con agrado la iniciativa rusa.
El presidente ruso, cuyo país no considera al Hamas como un movimiento terrorista, destacó que éste había llegado al poder "después de elecciones democráticas y legítimas" y llamó a "respetar la opción del pueblo palestino".
