WASHINGTON. - Los servicios federales de emergencia de Estados Unidos (FEMA) no supieron responder a tiempo frente a los desastres causados por el paso del huracán Katrina porque el ministerio del cual dependen, el de Seguridad Interior, está más concentrado en prevenir atentados terroristas que en los desastres naturales, acusó hoy el ex jefe de la agencia, Michael Brown.
Durante una audiencia parlamentaria, el ex jefe de la FEMA dijo que las políticas del ministerio de Seguridad Interior pusieron a los servicios de emergencia "en el camino hacia el fracaso".
Brown, quien perdió el puesto poco después que Katrina arrasara Nueva Orleans en agosto del año pasado, tuvo hoy la oportunidad de desquitarse del nudo de acusaciones cruzadas entre las autoridades locales y la Casa Blanca, que lo terminaron convirtiendo en el chivo expiatorio del caso.
Durante la audiencia, convocada por el comité de Asuntos Gubernamentales y de Seguridad Interior del Senado, se conoció un informe de auditoria preparado por el propio Brown meses antes del 29 de agosto, cuando Katrina comenzó a arrasar el sudeste de Estados Unidos, y que mostró "problemas clave" en la aptitud de los servicios de emergencia.
El reporte, citado previamente por la presidenta del comité, la senadora Susan Collins, mostraba una importante falta de preparación para enfrentar emergencias y hasta fallas en el control de inventarios de los elementos utilizados para salir a enfrentar calamidades naturales.
La senadora dijo que "los problemas clave simplemente no fueron afrontados" y "se perdieron oportunidades para fortalecer el FEMA antes de Katrina". "En todos los sentidos, la respuesta de la agencia a Katrina debe ser considerada un fracaso", concluyó Collins.
El informe fue también citado por Brown como una prueba de las advertencias que había formulado a sus superiores sobre la situación del organismo.
Advertencia al Presidente Bush
Por su parte, el diario estadounidense New York Times dio a conocer hoy un mensaje de correo electrónico en el que un alto funcionario del FEMA informaba a la Casa Blanca que Nueva Orleans se estaba inundando después del paso de Katrina.
A pesar de la advertencia, indicó el diario, el Presidente de Estados Unidos, George W. Bush, seguí asegurando al país que los diques de Nueva Orleans habían resistido los destrozos de Katrina.
El vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, reaccionó asegurando que el Mandatario "sabía muy bien" lo que estaba pasando en Nueva Orleans, y acusó a quienes divulgaron el correo electrónico de querer "reescribir la historia".
El huracán Katrina arrasó Nueva Orleans y dejó a su paso decenas de miles de damnificados, más de 1.400 muertos y unos 75.000 millones de dólares en daños materiales, según estimaciones.
La lenta respuesta de los servicios de emergencia -que se tomaron varios días hasta llegar a la zona del desastre- desató una dura oleada de críticas sobre el gobierno federal, que se resolvió con el despido de Brown y el inicio de investigaciones.