CIUDAD DEL VATICANO.- Tras el alud que vivió esta madrugada Filipinas, que ya lleva al menos 200 personas muertas, el Papa Benedicto XVI, hizo un llamado para que la ayuda a los sobrevivientes de la tragedia sea "rápida y generosa".
Luego del trágico hecho que azotó la localidad filipina de San Bernardo, el Sumo Pontífice, junto con pedir que llegue pronto ayuda humanitaria a esa nación, demostró su "profunda tristeza" por lo ocurrido.
En un telegrama enviado en su nombre por el secretario de Estado vaticano, cardenal Angelo Sodano, al obispo de Maasin, Precioso D. Cantillas, el Papa muestra su pesar por el "trágico alud" y anima a los equipos de rescate a actuar con "valor y fuerza".
El Pontífice "reza porque la ayuda de emergencia sea rápida y generosa en su respuesta al desastre y pide al Señor que dé fuerza y valor a todos los que participan en la tarea de cuidar a quienes han perdido sus hogares", señala el texto.
Benedicto XVI reza por las víctimas y los afligidos e imparte "su bendición apostólica como un ruego de fuerza y paz en el Señor", concluye el telegrama.
Se teme que hasta 1.700 personas hayan fallecido a causa del alud de barro que sepultó hoy la localidad de San Bernardo, en la sureña isla filipina de Leyte y en la que habitaban unos 3.000 residentes.