Ahmed Saadat, líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina. |
JERUSALEN.- El líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmad Saadat, se rindió este martes ante el Ejército israelí, que por la mañana lanzó un duro ataque contra la prisión de Jericó (Cisjordania) donde se encontraba encarcelado.
Saadat está acusado en Israel de ser el autor intelectual del asesinato del ministro de Turismo Rejabam Zeevi en el año 2001, a manos de dos militantes del FPLP en un hotel al norte de Jerusalén.
Efectivos del Ejército israelí irrumpieron hoy en la cárcel palestina de Jericó después de sitiarla y con megáfonos pidieron la rendición de Ahmed Saadat, recluido en ese centro desde el 2002.
Los israelíes también tenían intención de apresar a Fuad Shobaki, funcionario encargado de la adquisición de armas para los organismos palestinos de seguridad, responsable de un gran contrabando de armas detectado por la Fuerza Naval israelí en el mar Rojo el año 2001 y consignado a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en contra de los los tratados suscritos por su presidente Yaser Arafat con Israel.
La operación militar en Jericó, dijo el ministro israelí de Seguridad Interior, Guideón Ezra, está relacionada con declaraciones recientes del presidente de la ANP, Mahmoud Abbas, quien prometió la semana anterior excarcelar a Saadat si los milicianos del Frente se comprometían por carta a defenderlo de un posible "asesinato selectivo" del Ejército israelí.
Esas declaraciones provocaron que Gran Bretaña, y aparentemente Estados Unidos, retiraran sus guardianes de la cárcel de Jericó, donde, por un acuerdo del 2002 entre la ANP e Israel, se habían comprometido a impedir que Saadat y otros palestinos exigidos por Israel para juzgarlos pudieran huir de la cárcel.
Saadat fue encarcelado por orden de Arafat, con el aval del Reino Unido y Estados Unidos.
A mediados de este mes, tras las declaraciones del presidente Abbas, los dos países anunciaron que retirarían a sus guardianes. La embajada británica informó hoy que sus funcionarios abandonaron Jericó.
