EMOLTV

Estudiantes protagonizan violentas protestas en Francia

Las manifestaciones apuntan contra un polémico plan de empleo impulsado por el gobierno.

16 de Marzo de 2006 | 15:57 | AFP
PARÍS.- Centenares de miles de estudiantes volvieron a protestar el jueves en las calles de Francia contra un nuevo contrato laboral especial para jóvenes con el que el gobierno pretende paliar el desempleo, en manifestaciones que degeneraron en enfrentamientos, sobre todo en París.

Barricadas, gases lacrimógenos, universidades cerradas, una extraordinaria presencia policial y críticas contra los gobernantes, "ajenos a las preocupaciones de los jóvenes", marcaron esta nueva jornada de movilización que volverá a repetirse el próximo sábado.

En la capital, centenares de jóvenes enmascarados se enfrentaron a los policías y les arrojaron cócteles molotov, botellas o adoquines. Además, estos grupos violentos destrozaron automóviles, saquearon varios cafés, un quiosco de revistas y una librería en la plaza de la célebre universidad de la Sorbona.

La policía intentó alejar a los manifestantes arrojándoles agua a presión y terminó usando gases lacrimógenos para dispersarlos.

Las calles de este barrio burgués, normalmente tranquilas y transitadas por estudiantes y turistas, se convirtieron en un verdadero campo de batalla y París mostró a sus habitantes una cara desconocida o más propia de tiempos pasados.

Varios jóvenes y algunos policías resultaron heridos y al menos 147 personas fueron detenidas en la ciudad, donde la presencia policial era impresionante para intentar, en vano, evitar incidentes como los ocurridos en las manifestaciones de los últimos días.


Los estudiantes fueron los primeros sorprendidos por estos enfrentamientos, protagonizados por grupos violentos, totalmente ajenos a los universitarios, y acabaron abandonando el lugar de la manifestación.

Polémica oferta de trabajo

En total, entre 70 y 80 ciudades fueron escenario de manifestaciones contra el llamado Contrato Primer Empleo (CPE), con el que el gobierno conservador francés intenta paliar la falta de trabajo entre los menores de 26 años, que roza el 25%.

En total, 247.500 personas, según la policía y 500.000, según los organizadores, participaron en estas protestas en toda Francia. Sólo en París los manifestantes llegaron a 33.000 según la policía, o a 120.000, según los sindicatos.

De Rennes (oeste) a Marsella (sureste), pasando por Burdeos (suroeste), Toulouse (suroeste) y Estrasburgo (este), los manifestantes exigieron la retirada de este CPE, con el que consideran que aumentará la pobreza y la precariedad de los jóvenes.

Según un sondeo que será publicado el viernes por la prensa francesa, un 68% de los ciudadanos franceses se opone al polémico CPE, apadrinado por el gobierno del Primer Ministro Dominique de Villepin.

El jefe de gobierno, que prometió al asumir el cargo hace casi diez meses que la lucha contra el desempleo sería su prioridad, ve cómo su popularidad se derrumba día tras día y sus ambiciones presidenciales para 2007 penden de un hilo cada vez más frágil.

"Villepin no dará marcha atrás y aguantará hasta el final porque si cede, es hombre muerto", declaró un ministro al vespertino "Le Monde" sin querer revelar su identidad.

Para los expertos, la furia estudiantil no sólo se debe al CPE, sino que es fruto de muchos años de olvido por parte de varios gobiernos y de una precariedad laboral cada día mayor.

El punto más polémico de este nuevo contrato es que el trabajador puede ser despedido de la noche a la mañana, sin explicaciones ni indemnizaciones, durante un periodo de dos años.

Siguiendo las órdenes del Presidente Jacques Chirac, varios ministros se mostraron dispuestos en las últimas horas a querer dialogar con los sindicatos y líderes estudiantiles para poner fin a las protestas.

El viernes, Villepin y el titular de Educación Nacional, Gilles de Robien, recibirán a responsables universitarios. Por su parte, el ministro del Empleo y la Cohesión Social, Jean Louis Borloo, garantizó que el gobierno está abierto a las propuestas de los sindicatos para mejorar el CPE pasado un periodo de prueba de dos años.

Sin embargo, el líder de los socialistas (oposición), François Hollande, advirtió al gobierno de los riesgos que toma al querer mantener, cueste lo que cueste, este contrato.

"Cuando no se escucha nada, no se ve nada y no se oye nada, todo puede ocurrir. El riesgo es grande (...) Villepin lleva a cabo un falso diálogo y un verdadero monólogo", aseguró Hollande.
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?