WASHINGTON.- La secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, dijo hoy que está "totalmente segura" de que funcionarios de su país dialogarán directamente con Irán sobre la situación iraquí, aunque no pudo confirmar cuándo se realizarán las reuniones.
Rice y otros personeros oficiales todavía no han reportado ningún progreso en la organización de un encuentro entre el embajador estadounidense en Irak, Zalmay Khalilzad, y los iraníes, a una semana de que Irán se manifestara dispuesto a dialogar con Estados Unidos sobre lo que pasa en su país vecino.
Sin embargo,
la secretaria de Estado se mostró confiada en que ambas partes sostendrán ese diálogo, que según los analistas podrían abrir la puerta a un ablandamiento de la animadversión entre ambos países que ya se extiende por más de 20 años.
Funcionarios estadounidenses han afirmado que cualquier diálogo con Irán sobre el tema iraquí, estaría por completo separado de los esfuerzos estadounidenses en detener el presunto programa de armamento nuclear de Irán.
Por otro lado, la jefa de la diplomacia estadounidense telefoneó a su contraparte rusa, Sergei Lavrov, para discutir el impasse del Consejo de Seguridad de la ONU en lo referido a la redacción de una declaración conjunta sobre el programa nuclear iraní.
A ese respecto, el portavoz adjunto del Departamento de Estado, Adam Ereli, dijo que Rice y el canciller ruso "coincidieron en la importancia de trabajar juntos para discutir la persistente violación de las obligaciones del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP) por parte de Irán, y su rechazo a cooperar con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA)".
"Todos estamos de acuerdo en que las acciones de Irán son alarmantes, amenazantes y preocupantes", añadió Ereli.
Horas antes, Lavrov había declarado que Rusia no estaría de acuerdo con cualquier decisión sobre Irán proveniente de los países occidentales, si no se consultaba a Moscú previamente.
El Consejo de Seguridad está tratando hace 15 días de ponerse de acuerdo sobre un proyecto de texto que ofrezca un tiempo límite a Irán para adecuarse a las demandas de la AIEA y abandonar toda actividad ligada al enriquecimiento de uranio.
