Imagen de archivo de la princesa Eugenia. |
LONDRES.- El cumpleaños para celebrar los 16 años de la princesa Eugenia, hija menor del príncipe Andrés y nieta de la reina Isabel II de Inglaterra, terminó en una borrachera que arruinó parcialmente la lujosa propiedad de su madre, Sarah Ferguson, según medios locales.
El tabloide inglés "The Sun" informó hoy que el príncipe Andrés y su ex esposa, la duquesa de York, habían gastado unas 30.000 libras esterlinas (cerca de 50.000 dólares) en la fiesta de cumpleaños de su hija menor.
El evento, organizado en la mansión de Sunninghill Park, una lujosa residencia evaluada en 10 millones de libras esterlinas (17 millones de dólares), tenía como tema de inspiración la película de ciencia-ficción y aventuras "Piratas del Caribe".
Sunninghill Park fue el regalo de bodas ofrecido por la reina Isabel II a Andrés y "Fergie" cuando contrajeron matrimonio en 1986.
Luego de servirse el champán y otras bebidas alcohólicas, una decena de invitados adolescentes de la aristocracia británica se emborrachó y la fiesta se volvió violenta, según "The Sun".
"Todo estaba fuera de control", indicó un testigo citado por ese madio.
"Nadie quería permanecer sentado y cenar, el alcohol corría a granel, empezaron a formarse parejas, que desaparecían por los rincones", contó un invitado anónimo.
Según la misma fuente, "Eugenia y Bea (la princesa Beatriz, su hermana) estaban muy inquietas porque no podían hacer nada porque todos estaban ebrios".
"Había manchas en las alfombras, cigarrillos encendidos por el suelo y sobre los muebles. No hubiera querido estar presente cuando el príncipe Andrés descubrió el caos", añadió.
Por su parte, la compañía de limpieza Contract Options, contratada para limpiar Sunninghill Park, indicó que la mansión de la duquesa de York quedó como "si hubiera estallado una bomba".
Beatriz, quinta en la línea de sucesión al trono británico, está de novia con Paolo Liuzzo, un estudiante norteamericano involucrado en el pasado en una pelea estudiantil que costó la vida a un hombre.
