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El Papa reafirma que Judas fue un traidor a Jesús

Joseph Ratzinger agregó que Judas tenía avidez de dinero: "El dinero para él era más importante que la unión con Jesús, más importante que Dios y que su amor".

13 de Abril de 2006 | 17:50 | EFE-AP
CIUDAD DEL VATICANO.- Judas Iscariote personaliza al "hombre inmundo" para quien el dinero, el poder y el éxito son más importantes que el amor y no duda en vender a Jesús, afirmó hoy Benedicto XVI en unas palabras con las que de modo indirecto desautoriza el recientemente divulgado "Evangelio de Judas".

Benedicto recordó la traición bíblica de Judas y dijo que el apóstol había sido un mentiroso y un traidor, para quien "el dinero era más importante que la comunión con Jesús, más importante que Dios y su amor".

La descripción tradicional que hizo Benedicto de Judas llegó una semana después de la difusión de un antiguo texto cóptico egipcio, presentado como el "Evangelio de Judas", en el que Judas aparece no como un traidor sino como su confidente, que cumplió con un pedido suyo al entregarlo a sus enemigos para que lo crucificasen.

Según los traductores de ese códice, Judas no fue un traidor que vendió a Cristo por treinta monedas, sino que cumplió una misión muy concreta, pedida por el mismo Jesús, la de traicionarle para que fuera sacrificado "y su esencia divina escapara de la prisión del cuerpo y se elevara al espacio celestial".

Benedicto XVI afirmó hoy durante la Misa de la Ultima Cena, en la basílica de San Juan de Letrán, que la traición de Judas fue totalmente libre, un rechazo neto al amor de Dios.

"¿Qué es lo que hace al hombre inmundo? El rechazo del amor, el no querer ser amado y el no amar. En Judas vemos la naturaleza de ese rechazo con más claridad. El valoró a Jesús según las categorías del poder y del éxito", dijo el pontífice de la Iglesia católica.

Joseph Ratzinger agregó que Judas tenía avidez de dinero: "El dinero para él era más importante que la unión con Jesús, más importante que Dios y que su amor".

Judas, según el papa, se convirtió en un "mentiroso, uno que juega a dos cartas y rompe con la verdad, uno que vive en la mentira y pierde de esa manera el sentido de la verdad suprema".

"De ese modo se endureció y fue incapaz de la conversión, del confiado regreso del hijo pródigo, y tiró su vida destruida", destacó el pontífice.

Benedicto XVI reafirmó que en Judas se da la soberbia de quien cree que no necesita de purificación alguna, de quien se cierra a la bondad salvadora de Dios, es decir, "todo lo que hace al hombre inmundo".

El conocido como "Evangelio de Judas" es un conjunto de papiros encontrado en Egipto en 1978, cuyo contenido y edad se desconocían y, según confirmó el pasado día 6 la asociación estadounidense National Geographic, fue escrito en torno al siglo III, obra de la secta gnóstica de los cainitas.

El manuscrito contiene, en una traducción al copto del original griego, la única copia conocida del supuesto "Evangelio de Judas" del que hizo referencia en el año 180 el obispo Ireneo de Lyon en el año 180 en su tratado "Contra los herejes".

El Vaticano no se ha pronunciado oficialmente sobre este texto que revisa la figura de Judas Iscariote.

Tanto teólogos católicos como representantes del Patriarcado Ortodoxo de Moscú han manifestado que las revelaciones del "Evangelio de Judas"’ no son importantes ni cambian la doctrina cristiana.

Lavado de pies

El papa Benedicto XVI le lavó humildemente los pies a 12 personas el jueves, reproduciendo un episodio de la Ultima Cena, y dijo que ese acto de Jesús representaba una limpieza de las "impurezas" de la humanidad.

Mientras un coro entonaba un himno en la basílica de San Juan de Letrano en Roma, Benedicto dejó caer agua sobre los pies de 12 hombres y los secó en un acto de humildad y servicio.

En su homilía, Benedicto dijo que Jesús había lavado los pies de sus discípulos para purificarlos, de modo tal que pudieran acompañarlo en la Ultima Cena, la comida que según los creyentes Jesús compartió con sus apóstoles antes de ser traicionado por Judas y crucificado.

"Dios baja a la Tierra y se vuelve un esclavo; lava nuestros pies para que podamos estar en su mesa", expresó Benedicto.

"El lavatorio al que nos lleva es su amor, pronto para hacerle frente a la muerte. Solo el amor tiene la fuerza purificadora que elimina nuestras impurezas y nos eleva hacia Dios".

El Jueves Santo marca el inicio de las solemnes ceremonias de la Iglesia Católica en las que los creyentes reviven el sufrimiento, la crucifixión, la muerte y la resurrección de Jesús, en el Domingo de Pascua.

Previamente, Benedicto había recordado el sacrificio de un religioso asesinado en Turquía mientras celebraba la misa del Jueves Santo dedicada a los sacerdotes.

Benedicto leyó una carta del reverendo Andrea Santoro, en la que el prelado italiano habló de su disposición a dar la vida por predicar el catolicismo en la mayoritariamente islámica Turquía.

Santoro, de 60 años, fue asesinado a tiros el 5 de febrero mientras oraba en su parroquia en la ciudad de Trabzon, en el Mar Negro. Testigos dijeron que el asesino, un muchacho de 16 años, gritó "Dios es Grande" en árabe, antes de matar a Santoro de dos disparos por la espalda.
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