MIAMI.- Veteranos de la invasión a Bahía de Cochinos en Cuba conmemoraron este lunes el 45° aniversario del desembarco, reclamando intransigencia con el Presidente cubano Fidel Castro y una transición política en la isla sin vestigios del actual régimen.
Decenas de veteranos y simpatizantes se reunieron en una ceremonia de media hora frente al monumento a los "mártires de la brigada de asalto" 2506 en la Calle Ocho de Miami, donde colocaron ofrendas florales y leyeron los nombres de los invasores muertos en combate y de los ejecutados por las fuerzas cubanas.
Aunque el número de muertos difieren según las fuentes, Félix Rodríguez Mendigutía, presidente de la Brigada 2506, dijo que unas 104 personas murieron en combate, en ejecuciones y en detención en Cuba.
Rodríguez, un ex agente de la CIA que dirigió el equipo que capturó al Ché Guevara en Bolivia en 1967, reclamó "intransigencia" con el régimen de Castro y aunque no descartó seguir la lucha armada contra el gobierno cubano, dijo que "los tiempos cambian".
"Pero nosotros mantenemos nuestra posición de intransigencia hacia el régimen de Cuba y la vamos a mantener siempre, y por los medios que creamos que son factibles la vamos a llevar a cabo, sin lugar a dudas", dijo.
Pidió por una transición política en la isla sin participación en ella de los hermanos Castro ni los principales políticos o militares que dirigen el actual gobierno. "Definitivamente eso es lo que todos queremos", dijo.
Los operativos militares previos a la invasión comenzaron el 15 de abril, cuando seis bombarderos atacaron las bases aéreas de La Habana y de Santiago de Cuba (sudeste).
Un día después Castro proclamaba por primera vez la naturaleza socialista de la Revolución Cubana, y el 17 de abril unos 1.400 hombres de la Brigada 2506, formados en campos secretos por la CIA, desembarcaron en Playa Larga y Playa Girón, en la Bahía de Cochinos, a menos de 200 km al sureste de La Habana.
La administración del Presidente John F. Kennedy, que había financiado los entrenamientos y armas en secreto, se resistió a último momento a proveer el apoyo aéreo que necesitaban los invasores para tener éxito y los abandonó a su suerte.
El último grupo de los más de 1.100 invasores capturados fueron liberados en diciembre de 1962 tras ser canjeados por 53 millones de dólares en medicamentos y alimentos.
