MONTEVIDEO.- Un juez de Uruguay fue atacado con disparos de bala y altos funcionarios del gobierno de este país recibieron amenazas días atrás, a raíz de la decisión de extraditar a Chile a tres militares uruguayos por su vinculación en el llamado "caso Berríos", informaron hoy medios de prensa de Montevideo.
El juez Gustavo Mirabal, encargado en Uruguay de la indagatoria del secuestro y asesinato del bioquímico de la disuelta Dirección de Inteligencia Nacional de Chile, Eugenio Berríos, fue objeto de un ataque con armas de fuego el último domingo, en Montevideo.
Una bala pasó a pocos centímetros de su cabeza, informó hoy la televisora local "Saeta".
Mirabal dictó una sentencia en 2004, en primera instancia, que permitió la extradición de los coroneles uruguayos en activo Eduardo Radaelli y Wellington Sarli, y el militar retirado Tomás Casella, quienes fueron extraditados el martes a Chile para testimoniar en la investigación del "caso Berríos" en ese país.
La extradición fue confirmada por la Suprema Corte de Justicia y se concretó el martes pasado. Estaba prevista inicialmente para el próximo viernes, pero fue adelantada debido al ataque al juez y las amenazas recibidas por el secretario de la Presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández, y la viceministra de Relaciones Exteriores, Belela Herrera, dijo la radio local "El Espectador".
Asociaciones sociales de militares en Uruguay habían criticado la decisión del gobierno de extraditar a los militares a Chile.
Casella, Sarli y Radaelli fueron procesados en ausencia por la Justicia de Chile a fines de 2003, junto a otros diez ex oficiales y civiles chilenos.
Berríos ingresó en forma ilegal en Uruguay y fue mantenido cautivo por militares y policías uruguayos en un balneario cerca de Montevideo. En 1995, su cadáver fue hallado enterrado en una playa cercana, con dos disparos de bala en la cabeza. La data de muerte era de 1993.
